domingo, 25 de diciembre de 2011

Nochebuena

Amanece el primer 24 de diciembre fuera de España, soleado. No es tan duro como esperaba, hablo con mi familia por skype, ordeno la casa mientras el Spotify me regala una dulce retahíla de villancicos aflamencaos, recibo el regalo de Papá Noel!!! :-) ... Me arreglo... he quedado con Alicia para ir al super, compramos la comida de Navidad y pasamos el día cocinando. No es que la lasaña y el pastel de limón sean muy típicos de estas fechas, pero tampoco es típico estar lejos, ni que no haya nieve, ni qué se yo, ¿qué es lo normal? En estas fechas todo el mundo está como más sensible, más cercano... No sé, yo prefiero ser la misma persona todo el año, y no olvidar en ningún momento quién soy ni quiénes son los que me rodean. Hoy he sido afortunada, porque he encontrado una amiga en esta latitud, que comparte mi franja horaria y que aunque no es Lauri, ni Mar, ni ninguna de mis Vanes... es una persona que me ha incluido en su vida sin pedir nada a cambio, he sentido la Navidad.

Nochebuena en Leland Street: Jan y Julia me han abierto las puertas de su casa sin conocerme de nada, esto sí es espíritu navideño. Hemos cenado en familia, tres catalanes, un vasco, una alemana, una británica y una madrileña... no es una mala mezcla a fin de cuentas. He comprendido la grandeza del intercambio cultural, lo inaudito de estar en un país donde a casi todo el mundo se le dan oportunidades. Sin embargo, he sentido mucha pena por mi España, por ser consciente casi de golpe de lo poco que quiere ofrecer. España es tan bonita, tan perfecta, sus ciudades, su gente, su comida!!, su temperatura, su encanto... pero es tan cerrada de mente, tan cabezota, tan irreflexiva... que poquito a poco va gemándonos como pequeños desechos de desconcierto. Nos azota, nos vapulea, nos da la espalda. Y desde aquí, poniendo experiencias en común, la nostalgia de los que llevamos menos tiempo se apaga con la conciencia de los que ya casi son de aquí. Es triste oírles decir que no quieren volver, que España no tiene nada que ofrecerles... Yo aún tengo la esperanza de los recién llegados, el corazón en Madrid, los sueños en el Mediterráneo... pero he de reconocer que lo que escucho me da que pensar, y quiero creer que antes de que llegue mi turno, habremos aprendido a pensar por nosotros mismos.... Desde Boston, con mucho cariño, FELIZ NAVIDAD.

1 comentario:

  1. Felices Fiestas guapetona!!......yo pienso que nuestro "lugar" está donde seamos FELICES!!...llámese Madrid, Sevilla,..España o Boston....
    Muchos besos,Carol

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