lunes, 19 de diciembre de 2011

El sueño del Husky

 
El sueño del Husky es más fuerte que la tensión de sus músculos, más cierto que el frío del hormigón bajo la piel, más acogedor que un lecho junto al fuego de la chimenea... es tan fácil dejarse llevar, se está tan a gustito aquí...Y así, el Husky nubla en un parpadeo sus ojitos de glaciar, archiva este momento en la parte cómoda de su memoria y se tumba tranquilamente a descansar. Porque es lo que tiene ser perro, que si quieres, pues te echas y punto. Sería un poco raro si en el trabajo, por ejemplo, decidiéramos echarnos un rato en el suelo. Seguro que todo el mundo te miraría en plan: ¡pero qué morro!! En cambio, al Husky lo miras y piensas: ¡qué mooooonoooo! De ahí que a la gente vaga se les llame perros. Pero cuidado, no nos confundamos, que el Husky no es vago, sólo descansa para cuando venga Idefix con sus saltitos a subírsele encima, que no lo deja parar... Husky prevenido vale por dos.

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