sábado, 10 de diciembre de 2011

Funeral home

Es curioso que en América los funerales se celebren en estas casas especiales, las "Funeral homes". Vistas desde fuera son prácticamente iguales que una casa normal, de madera y con muchas ventanas... Es más, en Navidad las adornan como podéis ver en la foto. Sin embargo, en su interior guardan los secretos de los difuntos, los llantos de las familias, el olor a aceites de embalsamar, cajas de madera forradas de raso... 

Es extraño que para nosotros la muerte sea un tema tabú, apartado, y los tanatorios no estén, ni mucho menos, en un barrio de vecinos, y que aquí puedas tener una funeral home pegada a tu casa y un cementerio en la manzana contigua, ya que están a pie de calle y a la vista de todos. Aunque, si nos paramos a pensar, ¿no es la muerte una fase más de la vida? Todos, inevitablemente, hemos de pasar por ello. Parece como si el alejarlo de nuestro ajetreo cotidiano pudiese, de algún modo, hacerlo desaparecer hasta que no queda otro remedio.
La ostentosidad no existe en estos cementerios de césped con una losa de piedra supervisando una parcela de tierra removida. No importa lo que uno fue en vida, porque en la muerte, todos somos iguales. La tierra transforma lo mismo a los ricos que a los pobres, a los inteligentes y a los estúpidos, a los buenos y a los malos... Entonces, ¿por qué tenemos que pasarnos la vida subrayando estas diferencias?

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