sábado, 13 de diciembre de 2014

ECUSA: Parte 1

De la ilusión y las ganas de cambiar el mundo de los Españoles Científicos en USA, nace ECUSA, una asociación que se erige sobre las experiencias acumuladas de los que llegamos a esta tierra con un sueño por cumplir y que, cual cimiento, ha ido solidificando y expandiéndose hasta crear una base firme sobre la que construir los sueños de las generaciones venideras.
Con la primera sede establecida en Washington hace tan sólo un año, esta idea ya campaba tímidamente por los estates, y si embargo, siendo Boston uno de los focos más importantes de científicos españoles en USA, no ha sido hasta ahora que la gente se ha animado a aportar esa gran caja de herramientas que supone el tanto vivido.
El primer objetivo fundamental de ECUSA consiste precisamente en facilitar la integración de los que llegan con cara de susto y sacudiéndose España del abrigo. Tenderles la mano para encontrar un lugar en el que sentirse como en casa, y enseñarles a caminar por suelo americano, y compartir todo eso que en una cultura tan distinta a la nuestra es a menudo tan vital. ECUSA es una pista de aterrizaje esponjosa donde uno puede encontrar mucho más que profesionales; puede, de hecho, encontrar personas extraordinarias.
El segundo objetivo radica en la difusión, sobre todo a nivel social y divulgativo, de la investigación y el desarrollo llevado a cabo por científicos españoles. En España hay un desconocimiento generalizado de lo que es la I+D+i (Investigación, Desarrollo e innovación). La gente piensa que invertir en ciencia es un derroche del dinero público, y no señores, lo que pasa es que "sin ciencia no hay futuro". No hay mayor poder que el del conocimiento, y con él en ristre, uno puede enfrentarse a crisis y a pandemias. La ignorancia científica es un defecto muy español, muy inculcado, y que es necesario erradicar. La investigación es tan necesaria que si no fuera por ella aún seguiríamos muriendo de gripe y de apendicitis. Un país que no invierte en investigación es un país abocado al fracaso, a la pobreza, y al subdesarrollo. No hay más que hacer un repaso de las cifras de nuestros vecinos alemanes, o los suizos, o incluso los franceses, porque obviamente, con los americanos, ni si quiera podemos compararnos. La investigación no es sólo el cáncer, y no, no se puede encontrar la cura de un día para otro. Son años y vidas consagradas a estudiar, a aprender, a desafiar, a aceptar los mayores retos, a no conformarse y a levantarse una y otra vez, sabiendo que nunca se tendrán todas las respuestas. Y la pasión que nos mueve a los científicos es el mínimo logro, un avance minúsculo, una pequeña barrera que ayer nos bloqueaba el camino y hoy hemos encontrado el modo de saltarla. La ciencia no es una profesión, es un modo de vida, y por eso emigramos con las manos vacías y sabiendo que nunca vamos a ser ricos, no de bienes materiales, pero sí de la mayor riqueza que puede poseer el hombre, que es el conocimiento. Y con él, cada día, nos enfrentamos a un mundo lleno de dificultades y sin embargo, al final del día, siempre ha merecido la pena. Qué lástima que España no sea capaz de verlo, y que en la televisión nunca se vean los anuncios que se ven aquí, animando a la filantropía. Ay, los filántropos, esos que sólo se dan cuando un famoso cae en la ruleta y le diagnostican una enfermedad incurable. O ni si quiera hace falta irse tan lejos, a ver por qué Mercadona ha sido el primer supermercado en etiquetar alimentos sin gluten mostrando interés por los celíacos, que aunque puedan parecer unos pocos, son muchos y lo han sido siempre. España necesita filántropos, menos fútbol y merchandaising de a cien euros la camiseta y más concienciación de lo que es realmente importante de cara al futuro.
Es triste que los estudiantes de las carreras de ciencias que están llegando ahora a su primera meta, digan convencidos que en España no se puede investigar, y que hay que marcharse, o dedicarse a otra cosa. De ahí nace el tercer objetivo de ECUSA, que aboga por poner en contacto a las instituciones españolas y americanas y crear colaboraciones y caminos que sirvan para que esos estudiantes tengan una luz que les guíe por el largo túnel. Un túnel que une España con USA y que se ha bautizado con el nombre de International Mentor Program (Programa de mentores internacionales o programa internacional de asesoramiento). El IMP no es más que la más brillante de las ideas engendrada en una sola persona que quería cambiar el mundo, Zafira ...

Para más info: http://www.ecusa.es


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