Llegué hasta aquí persiguiéndote. Un
sueño que se escondía detrás de las olas, en los ratos, en las risas
contagiosas de los unos y los otros. Llegué hasta aquí porque no creía ser
capaz de ello, porque no creía que hubiese nada tan a este lado, tan tan lejos,
y mucho menos algún sueño que abrazar. Corrí por eso, para llegar y demostrar
que no se podía. Desde pequeña he sido bastante incrédula, de ahí lo del
empirismo, de ahí lo de las preguntas debajo de las preguntas. De esa materia
se hizo mi crisálida y de hilos de seda se fue decorando. Dejé atrás mi vestido
sin mucha intención, en realidad fue más bien un ahora vuelvo y lo recojo. Pero
no, porque fuera hay demasiadas preguntas, demasiadas incógnitas. Aún no he
encontrado el momento de volver a desandar.
Persigo sueños porque aún no he aprendido
a conformarme, porque me siguen tentando las alas curiosas que desflecan hilos
de seda en cascadas de volantes. Abrazo la vida para no caerme de ella, porque a veces suena una música
y me pongo triste, o muy alegre, y no puedo controlar el color del alma que la
baila.
Persigo sueños para aprender a mantenerme
en equilibrio, procuro no tropezar con respuestas definitivas. Procuro siempre
tejer ilusiones que tiendan a infinito, sin pinzas que las agarren cuando sople
el viento de levante o de poniente. Respiro despacio para no saturar el corazón de oxígeno,
pero a veces galopa sin control y se escapa de su caja. Sólo vuelve si me
encuentra distraída, pensando en mis cosas, respirando si acaso. A veces cuando ya estoy dormida.
Persigo sueños porque de sueños se narran
los días, de extrañas angustias que se descomponen para rearmarse en historias
de hadas con cabellos de anémona y cola de pez.
A veces me siento para ver pasar a los
duendes que se bañan en el río, flotando en sus diminutas barquitas, ajenos a
ser observados. Ya no pierdo el tiempo preguntándome si aún existen, por
supuesto, las cosas sólo dejan de existir cuando se deja de creer en ellas.
¿Ves Amanda? He metido la mano en el agua y al sacarla has salido tú.
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