tag:blogger.com,1999:blog-78765848595919270572024-03-14T02:32:26.948-04:00BostonadasExperiencias de una madrileña en Boston, USA.Charihttp://www.blogger.com/profile/00982486193377426892noreply@blogger.comBlogger183125tag:blogger.com,1999:blog-7876584859591927057.post-81528785429833484852022-08-28T15:57:00.001-04:002022-08-28T15:57:45.063-04:00Cero: Hasta siempre, Boston<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3gklDh0zl3gc07Jbr66t0jSeZeU1D7OUpoDQnr-ekb_PDhj2ZvBw-h5RS6DZxYBoMTYwFDfGCRl8RF0OOQZJmiscKTuMItw9x2lX4n2TmCai3uZk9iqHLiyolemASd5GlqmUr85Jbq5rMp9X-uoSKp87RqNOfhooGCrUTECpNwrFurV9gpRCWhwy4sw/s1304/bostonadas.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1304" data-original-width="780" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3gklDh0zl3gc07Jbr66t0jSeZeU1D7OUpoDQnr-ekb_PDhj2ZvBw-h5RS6DZxYBoMTYwFDfGCRl8RF0OOQZJmiscKTuMItw9x2lX4n2TmCai3uZk9iqHLiyolemASd5GlqmUr85Jbq5rMp9X-uoSKp87RqNOfhooGCrUTECpNwrFurV9gpRCWhwy4sw/s320/bostonadas.jpg" width="191" /></a></div>Hace ya dos meses que partimos con sentimientos encontrados en el fondo de doce maletas. Doce maletas que albergan once años de historia de una familia de uno que se multiplicó por tres y pico (siendo el pico una gata vieja que nunca imaginó un <i>round trip</i>). Mientras enrollaba mi ropa en paquetitos diminutos para amortiguar los golpes en las esquinas de los cuadros y otros enseres aún más delicados que viajaron apretujados entre juguetes y jerséis, pensaba que en algún momento me llegaría la pena. Mientras seleccionaba cuchillos de colores y envolvía copas en papel de burbujas, siempre tuve la seguridad de que (más pronto que tarde) el sentimiento onírico habría de verse relevado por un gran vacío. Mientras veía irse todas mis pertenencias en manos de extraños y amigos, pensaba que algún día las echaría de menos y la coraza de cristal se me rompería en mil pedazos. Pero hasta hoy, sigo engranando. Me he quedado repleta de recuerdos que se han venido conmigo en muchas formas: algunos, como mis querid@s "<i>White Mountains",</i> han entrado a formar parte de nuestra lista de lugares especiales en un vinilo que ya se yergue orgulloso sobre la pared del nuevo hogar; otros se han ido colocando en las palabras cotidianas, en los dichos, en el <i>Spanglish</i> fabricado a lo largo de una década que parece ocupar mucho sitio en nuestra mente y nuestras almas. Algunos no son recuerdos, sino formas de existir, como esa educación tan firme que entre todos hemos forjado en la comuna para nuestros vástagos. Vértigo me da el salto al hastío.<p></p><p>Boston nos ha cambiado por dentro y por fuera. Me miro y veo lo poco que me importa ir depilada o no, llevar raíces del tinte, el flequillo hacia atrás con horquillas y pantalones de hace 10 años. Boston me ha quitado la caspilla de superficialidad que ahora veo me sobraba, me ha quitado la necesidad de opinar sobre los demás, sobre todo cuando no me atañe en absoluto. Boston me ha abierto los ojos para ver a todo color y en tres dimensiones las cosas que de verdad importan, mientras que las que no, se han hecho tan diminutas que apenas las aprecio. También me ha dado seguridad en mí misma (aún más, si cabe) para comprender que lo importante son las personas, los momentos, lo que sabes (aunque no lo digas... sobre todo si no lo dices), lo que haces sentir a los demás y la huella que vas dejando en el mundo. Me doy cuenta de que sin estos once años mi huella sería mucho menos profunda, más común, más errante y menos definida. Ahora me toca esforzarme por no perder los andares, las formas, lo aprendido y la apertura mental. </p><p>Vengo con el molde preparado para lo que haga falta, elástico y optimista para acoger todo lo que viene. Aunque la que va soy yo, o vengo, pero no vuelvo, eso sí que no. No vuelvo porque el tiempo no existe y los lugares cambian mucho en once años. Incluso las gentes que antes conocí ya no son las mismas para mi nuevo yo, porque no te relacionas igual con 30 años que con 41 ni recorres los caminos con los mismos zapatos. Yo no soy la misma, ni parecida... soy un poco mejor. Me he bajado de los tacones de la ignorancia y me he puesto unas chanclas cómodas, sin calcetines, porque tampoco hay que perder las raíces y volverse locos, pero sí que he aprendido a recorrer los mismos lugares con ojos nuevos. </p><p>He decidido no echar de menos Boston, que no sea raro que ya no vayamos a volver. He decidido quedarme con las sumas, con las risas, con el recuerdo del frío de la calle y la calidez del hogar. He decidido mirar las fotos de la familia bostoniana con la nostalgia de una abuela que revive sus años jóvenes sin dejar de sentir que ahora es más sabia. He decidido mirar hacia adelante e intentar alcanzar esos sueños aún por cumplir en territorio español. Siempre hay sueños, siempre hay luces. Y encima hay jamón y familia.</p><p>De momento, tengo el mar, cada día paseo kilómetros por esa arena blanca infinita que siempre y nunca es la misma. Tengo el sol, predecible y cierto, caliente como ya casi se me había olvidado. Tengo las perseidas, que van y vienen y me llenan las noches de verano de deseos formulados en silencio. Tengo aún maletas por deshacer, para poder redescubrir poco a poco de dónde venimos y cómo vamos a caminar a partir de ahora. Tengo pedacitos de Boston en cada bolso, en cada bolsillo, en cada zapato y en cada joyero, cuelgan de las paredes, me adornan el pelo, los canto bajito y juego a esconderlos. Es maravilloso encontrarlos de repente en los lugares más inesperados. Es un privilegio tener tanta riqueza en tan poco espacio. </p><p>Hasta aquí crónicas de una era que compuso la parte más importante de mi vida, a partir de ahora toca reinventarse y seguir absorbiendo la vida a tragos largos. Sigo aprendiendo, sigo empapándome, sigo agradecida por estos once años. </p><p>Hasta siempre, Boston, cuídame a los míos y no tengas prisa por volver. </p>Charihttp://www.blogger.com/profile/00982486193377426892noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7876584859591927057.post-28289899852101488242022-06-27T22:29:00.004-04:002022-06-27T22:42:16.423-04:00Uno: La última noche en Dana<p>Como una danza invisible cien mil veces ensayada, con los pasos ya contados y las plantas de los pies heridas. Bajo las escaleras una vez más, no será la última, ni si quiera la penúltima. Recojo otro bulto, subo, decido, desecho, regalo las últimas cosas que han quedado rezagadas, el casco y la casita de muñecas de Inés, sin duda pequeñas pruebas que superar de nuevo. </p><p>Todavía quedan tantas cosas... y eso es lo raro. Queda un salón con su sofá, su mesa y su tele, que me siento a ver como si no fuera la última noche en Dana. Queda nuestra habitación casi completa, ambos esperando a Lupita, que los mimará sin duda y les dará nuevas vivencias. </p><p>Todo parece irreal, casi once años reducidos a unas cuantas maletas. Inés hace de ellas su trinchera y juega a despedirse de Alba, ésta pregunta dónde está Granada y sigue jugando su última batalla con los ojos un poco más tristes. Luego llega Diana, la primera amiga de Inés. Le trae un ratito de arte y juntas recortan un libro de gatos recién inventado. Se me parte el corazón en mil pedazos. ¿Se acordará de esto en unos años? El olvido, ese ogro bueno que tanto ayuda a que podamos tirar hacia adelante. Porque atrás sólo quedan buenos recuerdos, los malos no pienso llevármelos, no tengo sitio para ellos. Atrás sólo quedan amigos que son familia, y por eso no quedan atrás, sino pendientes de una visita. </p><p>Las plantas ya se han marchado, dejaron un vacío sincero de ausentes de verde. Y también se fueron los platos, los cacharros, las toallas, los edredones, las sillas, los libros y toda la habitación de Inés, que después de su doble <i>sleepover</i> con Lena se anima a dormir en un refugio improvisado por su padre. Pon un ingeniero en tu vida y lo demás será coser y cantar. Dos tendederos, una sábana grande y un colchón en el suelo, suficiente para crear un mundo mágico en el que mi gitana pasará su última noche sin percatarse de que está en una habitación vacía de muebles, sin cama ni mesa, sin juguetes ni libros, y con el armario repleto de perchas huérfanas buscando nuevos olores. Última noche en Dana. Ha llovido todo el día, diluviado más bien, como para que nos dé menos pena marcharnos. Pero para compensar, por la tarde escampa y el cielo nos pinta un arco iris doble que tengo el lujo de presenciar por primera vez en toda mi vida. Dulces despedidas de osos amorosos que me recuerdan que el clima de Boston es puñetero pero gracias a él puedes perderte en unos bosques maravillosos y contemplar algo tan brutal como lo que veis en la foto. ¡Menos mal que Sam nos hizo salir a contemplarlo!</p><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"></blockquote><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj57NN9VzofuY7l8vPFArgqSsxBn96JbkfOLT5pUNDMTMraS9jSDCqYvFrPPlVjz0c3Y6_XGskF2s9HMfbokFk-AOHXrQPwiqEoBebrZgrE0AwT4CU4drEVExtRYL5iuSLFCRr1hYn6j7bdBlmy0BtwWpAQa3E6N8WZuQlBc1jVkmvvzYDPFO8iEEofsg/s7446/IMG_2645%202.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3758" data-original-width="7446" height="325" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj57NN9VzofuY7l8vPFArgqSsxBn96JbkfOLT5pUNDMTMraS9jSDCqYvFrPPlVjz0c3Y6_XGskF2s9HMfbokFk-AOHXrQPwiqEoBebrZgrE0AwT4CU4drEVExtRYL5iuSLFCRr1hYn6j7bdBlmy0BtwWpAQa3E6N8WZuQlBc1jVkmvvzYDPFO8iEEofsg/w640-h325/IMG_2645%202.jpg" width="640" /></a></div><br /><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidLqiOTxonx3_MavPXLa9d9vvrbKijQlIpkmx-bYzWihsveW-VsCrQtSDqe-iS-W2B1ISV2wdo9XOQtRjYH1dZ3NfMAaajPqAe708p2k9LDSMQKwDidVIUAuIGArd5K1y6ku6LLrLaUThp4NLHK9vJ5CriG0_God-0DjczgQqDM38VPJVx_7CoRu8t9w/s4032/IMG_2644.heic" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="3024" data-original-width="4032" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidLqiOTxonx3_MavPXLa9d9vvrbKijQlIpkmx-bYzWihsveW-VsCrQtSDqe-iS-W2B1ISV2wdo9XOQtRjYH1dZ3NfMAaajPqAe708p2k9LDSMQKwDidVIUAuIGArd5K1y6ku6LLrLaUThp4NLHK9vJ5CriG0_God-0DjczgQqDM38VPJVx_7CoRu8t9w/s320/IMG_2644.heic" width="320" /></a></div><p></p><p>Eso sí, Inés se ha perdido su plan de piscina con Catarina, que a cambio le ha regalado una mañana de adolescentes haciendo pulseras y selfies. Esa misma niña que conocí con 9 años y que ya va camino de su segundo año de universidad. Se abrazan como viejas amigas, Inés está feliz. </p><p>También Marlene viene a despedirse, hoy todo son buenos deseos. Hasta en el trabajo me abracé con todos y me sentí enormemente agradecida, porque si algo me ha dado Boston son muchísimos amigos, muchísimos lugares, muchísimos recuerdos. Fotos en mi memoria, palabras esdrújulas, nuestros restaurantes preferidos que nos echarán de menos cada jueves. Mis flamencas sin mí, y yo sin ellas, mi pequeña España interior se ha desperdigado dejándolo todo perdido de recuerdos. Laura me recordará sorbiendo cafés de lunares, Lupita leyendo en la cama con el colchón elevado 45 grados, o repanchingada en el sofá acariciando el lomo de Canelo. Javi y Teresa tendrán que regar mi tronco de Brasil más a menudo de lo que les gustaría. Jeff y Paula comerán un tiempo de tuppers organizados. Berta y Juanma se tomarán unas birras en su nuevo patio a nuestra salud. Borja y Elena tendrán que ir de camping o invitar a ocho a comer a su casa. Cristina y Carlos imprimirán en 3D y vestirán a Leyre de Inés durante un tiempo. A Marisol me la llevo también, en una maleta que no quiere vuelta, y a cambio Nora flotará con el cangrejo favorito y descolorido de Inés (mordido por las ratas). Marcela cocinará siempre utilizando alguno de nuestros cacharros, y Pilar preparará las mejores croquetas sin gluten en nuestra Thermomix. Javi y Elia se arroparán con nuestro calor y Elia tomará café los sábados después de comer, como hacíamos cada fin de semana hace ya mucho tiempo. Me llevo los buenos deseos de todos aquellos cuyas vidas cambiaron un poquito gracias a nosotros. Me llevo un cambio sustancial, y acepto que soy otra persona. Americanizada me hallo y muy orgullosa de ello, porque ahora soy mejor persona, más completa, más compleja, más sencilla también. Tengo lo mejor de dos culturas maravillosas, procuraré no perder este regalo que tantos años me ha costado. Tic tac, tic tac, tic tac... </p>Charihttp://www.blogger.com/profile/00982486193377426892noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7876584859591927057.post-85420213998444579522022-06-23T01:05:00.000-04:002022-06-24T01:05:55.163-04:00Cinco: After Dark en Holanda<p style="text-align: left;"></p><p style="text-align: left;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLS7MAjCHZ_16D5vIhxGwYtgVTjRAM-LvgY6vLVTQh9N3fJiTvYTN8JsF_FOuEtZJx6czis0IN4H0C0K4k4GyE-nXNApR_iM1wvtmb8yFPI0gi01S-CeTFPMVzu51fvfCEPocxk3iRot5vOv1HPZRVM2UmEWeJI5Jp1tq4--x8FgR8JZ17c6lmczbhOA/s4032/IMG_2527.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4032" data-original-width="3024" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLS7MAjCHZ_16D5vIhxGwYtgVTjRAM-LvgY6vLVTQh9N3fJiTvYTN8JsF_FOuEtZJx6czis0IN4H0C0K4k4GyE-nXNApR_iM1wvtmb8yFPI0gi01S-CeTFPMVzu51fvfCEPocxk3iRot5vOv1HPZRVM2UmEWeJI5Jp1tq4--x8FgR8JZ17c6lmczbhOA/s320/IMG_2527.jpg" width="240" /></a></div>Del alma rota brotaron los jirones de la bata de cola azul que se había convertido en cuna. La paloma alzó el vuelo poco a poco, y poco a poco se convirtió en danza desde las alturas. Desde allí vino a llamar al útero recién contraído que no quería sentirse solo, quería albergar una vida de nuevo. Ella, con su vestido blanco y su pelo mojado, como recién nacida, se asoma a la pantalla para desnudar su alma y contarle al mundo una historia terrible de viajes a Holanda. Ya me he metido dentro, ya siento su dolor como propio, y me cansa su lucha, tanto que me agoto en menos de un minuto. Pienso: "no sé si voy a poder soportarlo". Pero la miro y sí, porque ella me da fuerza. Avanzamos hacia el capítulo de reina gitana proyectada en telas. Bajo su piel se abomba incipiente la pequeña guerrera que se está gestando. Crece y se anima, ríe y baila al son de las olas. Rocas y agua, viento y verdades, un momento inolvidable a tan sólo un mes de que todo se de la vuelta para siempre. Mis lágrimas lo empapan todo, siento la celulosa de la mascarilla deshacerse como si fuera de papel finito. Como mi escudo, que se ha deshecho en papelitos pequeños de colores chillones. Aparece la bata de cola, las contracciones, el larguísimo parto, una pelea con la realidad que me arranca pedazos del corazón. Furia y miedo, enfado y tristeza, fuerzas escogidas, rabia contenida. Comentarios que nunca son bienvenidos. ¿Quién pregunta sobre el vientre abultado de una mujer? ¿Quién es tan ignorante como para poner en palabras un pensamiento tan cínico como lo que una pesa o deja de pesar? ¿Es tu vida la que corre por esas venas? ¿Es tu dolor el que apacigua el chocolate en las noches en las que sientes que no puedes con un día más? Cállate las frases, guárdate las formas, trágate consejos que no te ha pedido. Su bata de cola a medio camino, es una cuna de espinas y rosas, es un abrazo de pétalos de hielo, es ruidosa, es desconsiderada, es egoísta, es tiempo que ha pasado sin posibilidad de dar marcha atrás. <p></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQ3UX_7wf5Lo4fBlY2lz_KhcUHQUTO1t6KSgfhzlupcVlKRnn8JrbcPVWOjVFw4nmaU3ELuh2xoRdB1kgU30ArFMyNwOnKg3h8k3RdFwFuzYJFT1E8F1GsT4Zw42SWnYOPYlTL7GKnTLV7c1Rzri_BMzroLKica-udU_KQbG7tLvGzwg57lr9SVKmaaQ/s4032/IMG_2523.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="3024" data-original-width="4032" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQ3UX_7wf5Lo4fBlY2lz_KhcUHQUTO1t6KSgfhzlupcVlKRnn8JrbcPVWOjVFw4nmaU3ELuh2xoRdB1kgU30ArFMyNwOnKg3h8k3RdFwFuzYJFT1E8F1GsT4Zw42SWnYOPYlTL7GKnTLV7c1Rzri_BMzroLKica-udU_KQbG7tLvGzwg57lr9SVKmaaQ/s320/IMG_2523.jpg" width="320" /></a></div>Se deja querer, se deja mimar, se deja caer en los brazos amigos que se ofrecen a sostenerla una y otra vez. Pero no quiere mostrar flaqueza, no quiere sonar quejumbrosa, prefiere tragarse las lágrimas y seguir adelante. Levantarse una y otra vez, mirar hacia adelante sin importar lo que queda atrás y a los lados. Se convierte en coraza y crisálida. Su determinación es tan brusca que desde fuera parece que no necesite a nadie. Pero necesita muchas cosas, necesita una varita mágica que ojalá pudiera fabricarle. Necesita creer en los milagros.<p></p><p>Se pone los zapatos de tacón y una flor en el pelo, se emociona, crece en ella ese arte infinito que tantas veces hemos visto cuando se sube al escenario. Abre las alas y se crece, se hace gigante. Se convierte en una luz azul con iridiscencias mágicas. </p><p>De los volantes ajados brotaron tulipanes de colores que llenaron su vida de luz y de sonrisas verdaderas. Juguetes para tropezar, bloques para construir, el mundo de siempre visto con ojos nuevos. La carpa de un circo diminuto, las risas, un corro de manos amigas que tambalean su mundo. Todas giran en torno al Sol. Y nace la música, y las ganas de pasear por Cádiz. En Holanda empiezan a escucharse alegrías, que son su especialidad. Y a mí se me ríen los ojos aun desbordados de lágrimas, porque es el arte lo que la mueve, es la música quien dicta sus pasos, es la percusión con unos zuecos holandeses que tanto se parecen a los clavos flamencos. </p><p>La vida te dio muchos limones, demasiados, pero el sabor de esta limonada va mucho más allá de lo que nadie pueda explicar con palabras. Hoy he vivido una experiencia única y maravillosa, me he dolido de tu angustia pero por primera vez he sido feliz con tu felicidad, y he sido capaz de ver que en todo lo malo hay mucho bueno. Su risa, tu esperanza, poner cada cosa en su lugar al precio que merece, como caminar, como respirar, como que agarre tus dedos con su manita, como ver el Sol. </p><p>No podría haber habido una mejor forma de despedirnos. Echaré tanto de menos tu duende y nuestros ratos que no sé si la mejor profesora de flamenco de Granada podrá nunca empezar a llenar este hueco. Laura, eres como una luz inagotable que ha sido capaz de encender el Sol en medio de una tormenta. Nunca dejes de brillar con esa fuerza, nunca dejes de crear, nunca dejes de ser como eres. Quiérete porque eres un ser maravilloso, por dentro y por fuera, y eres capaz de transmitir sensaciones como Sorolla, a través de la luz, pero tú en vez de pintarla, la emanas bailando. Tienes una estrella dentro del alma, todos la hemos visto hoy. No dejes que se apague nunca.</p>Charihttp://www.blogger.com/profile/00982486193377426892noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7876584859591927057.post-91879882708923892442022-06-20T11:17:00.001-04:002022-06-22T11:34:19.567-04:00Ocho: Juneteenth con Rollo<p><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5xWiqHFZVHl_FE79BGKQMdc6j7RP6F--W3W0ZmbsohIlCU5P0TsOIQSmxy-7uOd97kSgXEBoeQccltnt7Jpbb-x1gBRo9Y9un5qqmqpvXYEui_OG_PUnQc-hHQiqeZ6tMKss_ZJlSYuzakp9-ThBPu7153IgmjawmWo0ZBDmjIKFAdHA49DdYFyWLzw/s4032/IMG_7552.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3024" data-original-width="4032" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5xWiqHFZVHl_FE79BGKQMdc6j7RP6F--W3W0ZmbsohIlCU5P0TsOIQSmxy-7uOd97kSgXEBoeQccltnt7Jpbb-x1gBRo9Y9un5qqmqpvXYEui_OG_PUnQc-hHQiqeZ6tMKss_ZJlSYuzakp9-ThBPu7153IgmjawmWo0ZBDmjIKFAdHA49DdYFyWLzw/s320/IMG_7552.JPG" width="320" /></a>Juneteenth, un día para celebrar el final de la esclavitud de los afroamericanos, que tuvo lugar el 19 de junio de 1865 y que el presidente Biden decidió convertir en fiesta oficial el año pasado. Un buen motivo para descansar, sin duda, sobre todo de la vorágine de hacer maletas y vender de todo en Marketplace. Estoy agotada, física y mentalmente, pero hoy es el primer día de vacaciones de Inés, y también se merece disfrutar. ¡Así que nos vamos a ver a Rollo! Se conocieron siendo toddlers, ambos... y se han tratado siempre como primos, eso a pesar de que Rollo es un Samoyedo que ahora ya pesa el triple que Inés. </p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitSsouPw2ZaZg2qR4UNV2FtttkwOmOGsrp9fITwevbYh9FMIk5fPFHFMGXXppzVJgJGv3FhlhLRZCd8x1cO641_feX9prVBOawIiHC8NNGYkzyqJLEXAtNjDMxVKdI8hqm73gUZSSGFxp2CV6U8kEOJg2jh6dTPMTJTuw_j_9zbjW1tsqrMRojcaoMKQ/s4032/IMG_2471.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="4032" data-original-width="3024" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitSsouPw2ZaZg2qR4UNV2FtttkwOmOGsrp9fITwevbYh9FMIk5fPFHFMGXXppzVJgJGv3FhlhLRZCd8x1cO641_feX9prVBOawIiHC8NNGYkzyqJLEXAtNjDMxVKdI8hqm73gUZSSGFxp2CV6U8kEOJg2jh6dTPMTJTuw_j_9zbjW1tsqrMRojcaoMKQ/s320/IMG_2471.jpg" width="240" /></a></div></div><br />Pilar nos recibe con su sonrisa luminosa, como siempre, y me ayuda a descargar un maletero lleno de enseres que ha heredado por legado. Me gusta que mis cosas se queden entre los amigos, es como no irse del todo. Tendrá que acordarse de nosotros, aunque lo hará sin duda por muchos otros motivos.<p></p><p>Inés se acuesta sobre el pelaje de Rollo como si fuera una almohada mullida, él se deja hacer y pide caricias, se lo pasan pipa. Luego disfrutamos (bueno, reconozco que yo no voy más allá de la rodilla) de las aguas gélidas de la piscina de Pilar. Inés se baña como si el agua estuviese a una temperatura humanamente soportable... Inés es bostoniana. Nosotras mientras nos ponemos al día, vamos y venimos, y por un momento hasta consigo olvidarme de todo lo que tengo por hacer. Me alegro de haberme tomado el día de vacaciones de verdad, aunque por la tarde empaqueto, no vaya a ser que pierda la costumbre. </p>Charihttp://www.blogger.com/profile/00982486193377426892noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7876584859591927057.post-9095590184673461512022-06-19T11:01:00.001-04:002022-06-22T11:13:31.156-04:00Nueve: 50 Langostas de Gray<p> No podíamos irnos sin una última cena. Jeff se prepara para el banquete como si fuéramos galos, Paula le deja porque disfruta como un crío en un concurso de comer helados. Hicimos este ritual muchas veces, no siempre langosta, claro, pero sí costillas, kiebalsas, pescados, carnaza y todo lo que se le ponga por delante. Reminiscencias de todas esas barbacoas en las White Mountains, Maine, Vermont y otros lares donde nos llevó la angustia por evadirnos de una pandemia. </p><p>Inés y Lena están a lo suyo, en cierto modo ajenas al tiempo que acorta. Son conscientes, pero se distraen con sus disfraces y canciones, es más fácil para ellas que para nosotros.</p><p>Erik mientras se lo come todo, protesta si no le llega comida y tira del mantel en un acto bastante eficiente para acercarse el plato con las mazorcas de maíz. El pequeño galo aguarda impaciente su turno y devora con gusto todo lo que se le pone por delante.</p><p>Langostas acostadas en la tabla de madera, manjar y deleite propio de una era que estamos cerrando. Iba a poner abandonando, pero no es cierto. No abandonamos porque los recuerdos permanecerán nítidos durante mucho tiempo. Es difícil olvidar todo lo vivido en estos bosques. </p>Charihttp://www.blogger.com/profile/00982486193377426892noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7876584859591927057.post-40123009534274615712022-06-18T10:54:00.002-04:002022-06-22T10:58:18.699-04:00Diez: El cumple de LeyreYa no tengo coche y me da la pena justa. Mi Beetle blanco que no ha llegado a estar conmigo ni un año, no como el verde, que me espera con su carita sonriente en la Plaza del Azulejo, dispuesto a recorrer kilómetros, que no millas, cargado de maletas hasta las trancas.<div><br /><div>Leyre ya cuatro, y allí conocemos a Álex por fin, que es blandito y dormilón. Sonríe mucho con toda la cara. Nos juntamos por última vez con Cris y Carlos, los amantes de Madriz. Sé que volveremos a vernos, ellos son de esas personas que harán el esfuerzo; nosotros también. No somos los únicos que marchamos, las fiestas multitudinarias siempre juntan diversidad y paralelismos. Los asturianos tiran de vuelta al norte, porque es ley de vida, sobre todo cuando se tienen niños. </div><div><br /></div><div>Sólo quedan diez días y mucho por hacer, por despedir, por empaquetar. Paseamos por la noche como si hiciera buen tiempo, aprovechando que tenemos abuelos que vigilen a la bella durmiente. En los paseos no sólo buscamos maletas abandonadas que poder adoptar, también recorremos las calles de Somerville como hicimos en tiempo de pandemia y encierro, con nostalgia pero sin pena, porque es junio y llevo dos mangas y un abrigo...</div></div>Charihttp://www.blogger.com/profile/00982486193377426892noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7876584859591927057.post-56793594470851314472022-06-16T22:20:00.005-04:002022-06-16T22:33:03.312-04:00Adiós familia <p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKg6Z6XjvCeZqE5bPLdbaczX8Vqu-6dKIgVG8BrnZpCCV5T1goo40s5O0OXfONV5dw2BgFwVehuLrZZx5MWb7tH4Lvc1aER2DdtLR9nZ1q1t_sGU0Zi7r5XZVURWqZXl5pJj26UNRgwxUus40qqBGidgVrsIi9B6xWCA1qemoboQRkSpd5Xj61_5ScjQ/s1600/Ines%20y%20sol.png" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKg6Z6XjvCeZqE5bPLdbaczX8Vqu-6dKIgVG8BrnZpCCV5T1goo40s5O0OXfONV5dw2BgFwVehuLrZZx5MWb7tH4Lvc1aER2DdtLR9nZ1q1t_sGU0Zi7r5XZVURWqZXl5pJj26UNRgwxUus40qqBGidgVrsIi9B6xWCA1qemoboQRkSpd5Xj61_5ScjQ/s320/Ines%20y%20sol.png" width="320" /></a></div>También son familia esos que se llevan el sabor de las lágrimas. También son familia porque hemos vivido tanto juntos que no sé cómo voy a aprender a vivir a partir de ahora. Se hicieron familia el día que brotamos de la misma raíz, y salimos al exterior con la nariz mojada y la cabeza aún sucia de placenta. Familia es ese bebé que sentí por primera vez al tocar la barriga de Teresa, y que he visto crecer hasta convertirse en una pequeña hermana mayor que lee cuentos a Inés hasta que se queda dormida. Sólo y ¿en serio? han pasado siete años de dicha y dulzura que me ha bordado el corazón de ponis. Ahora tendremos primos a tiro de piedra, y abuelos y tíos de los que se parecen a nosotros por genética; pero estaremos lejos de los hermanos de nieve, de esos que no se parecen a nosotros en el físico pero tanto en las formas. En abrazarse sabiendo que no sabemos cuándo será la próxima vez, en quererse sabiendo que no habrá nunca un parentesco que pueda acercarse más que estos lazos, en despedirse con un anhelo que por primera vez me encoge el corazón expandido de dicha. Y como sólo la familia sabe hacerlo, Javi derrama su posibilidad infinita del buen rollo que sólo sabe mirar hacia el lado brillante de las cosas. Javi es brillantina, es música, es paz delicada y paciencia que se pierde a veces, pero es un amarre robusto y verdadero, es un libro lleno de historias del mundo, de enseñanzas de todas las épocas. Teresa es luz y sombra a partes iguales, según cómo vayan acortando los días, es matemática y hada de goma, como un rompecabezas de gomaespuma que da tanto placer cuando es vencido. Es una luciérnaga de sabiduría y leyes, mi espejo de la maternidad, ¿dónde voy a mirarme a partir de ahora? ¡Qué desazón!<p></p><p>Sol es luz, palabras aprisa, dragones buenos y miedo agazapado. Sol es bonita, de golosina, con sus pelos rubios por toda la cara y hasta en la boca. Sol es lo mejor de él y de ella, perfecta cábala en un mar de preguntas. Sol que se empeñó en mostrarme mi deseo oculto de ser madre. Sol que se empeña en hacer que el tiempo pase. Solo que abraza fuerte a Inés como una hermana mayor desolada, porque los dos años de diferencia que las separan, son un jarro de realidad imparable para la mayor, y por suerte, risas de una última tarde compartida para la pequeña.</p><p>Os voy a echar tanto de menos que ya nunca seremos las mismas personas, porque de vosotros he aprendido casi tanto como de mis propios hermanos. Gracias por 8 años y pico? llenos de buenos momentos, por dejarnos ser los tíos de cabecera, por compartiros y por darnos una hermana mayor para nuestra gitana. Ahora ya sí que huele a despedida, ahora ya sí que se llenan los ojos de lágrimas. Ahora comprendo que cuando esté al otro lado, echaré tanto de menos a mi familia bostoniana como hasta ahora me ha faltado la de España. Ahora comprendo que pertenecemos a dos mundos, suerte y putada, siempre echaremos de menos lo que dejamos atrás. </p>Charihttp://www.blogger.com/profile/00982486193377426892noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7876584859591927057.post-67416857875238833642022-06-05T22:02:00.001-04:002022-06-05T22:02:22.185-04:00Noches llenas de rincones<p>Esas noches en las que la vida se empeña en poner deberes. Esas noches para las que uno no nace preparado, pero es capaz de capear el viento con capotes de arcoíris a dos manos. Esas noches que empiezan a las seis con el sol aún alto y terminan a las dos de la mañana con tanto que celebrar que ya no quedan rincones donde esconder maletas vacías.</p><p>Llegaron con sonrisas anchas tirando de pequeños <i>trolleys</i> que contenían lo suficiente para afrontar los vientos frescos de las noches de mayo en Boston pero no dejaban hueco para todo lo que habría de ser transportado en sentido contrario hacia Madrid. Esperábamos impacientes jaqueados por el estrés de una casa por vender en un mercado que se ha vuelto lento y hostil. Un colchón en el suelo para los casi dos metros de Ángel supuso un desafío temerario para su recién reajustada columna. Luli pesa poquito, cada vez menos, porque acarrea otros estreses que se conjuran de lunes a viernes y vuelven a gestarse el domingo, así que pronto cogió el relevo. Víctor es lábil, moldeable, suavecito como sus pinceles; cabe en cualquier sitio. Abrazos en la acera, tapeo alrededor de la isla en la cocina, comienza la última reunión de "Fernández y Agregaos" en Boston.</p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyvrsfRoiCcLl5SBSM0vBtpwDITo5JICXgeXG75NOauvJqsRDYjZuBqxqNIkr7PiYrQD38qrLYtUJ7rKkBTI8fZdIyaWCokV1BRwj33Ki-2IaT8Yrl94qqRjLjQJhhky4OhaxL4rcIMw7bHMKXbmxftJE5PJwDgxJ40FN0x3Z2_yNo1-nzjIpQDgvppg/s4032/IMG_1949.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="3024" data-original-width="4032" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyvrsfRoiCcLl5SBSM0vBtpwDITo5JICXgeXG75NOauvJqsRDYjZuBqxqNIkr7PiYrQD38qrLYtUJ7rKkBTI8fZdIyaWCokV1BRwj33Ki-2IaT8Yrl94qqRjLjQJhhky4OhaxL4rcIMw7bHMKXbmxftJE5PJwDgxJ40FN0x3Z2_yNo1-nzjIpQDgvppg/s320/IMG_1949.jpg" width="320" /></a></div>Inés pregunta, exagera, tironea de sus mangas y sube la voz un par de tonos para que nadie pierda el hilo de sus historias majaderas. Nos transporta a ese mundo en el que hay más reyes que súbditos y todos reinan con magias recién pensadas. A lomos de su caballo imaginario nos lleva mucho más lejos de lo que queremos reconocer, y se asoma a las acuarelas de Víctor derramando purpurina y colorines que se llevan al maestro a las profundidades de los supermundos que nos rodean, descubriendo que todo es posible al otro lado del lienzo.<br /><p></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXwsXMGPS3XMulTRrh1c0ZmI6uu5JGYQ88yqf8eWYZcf_0SupxLVe0iYobBGbYU6vz_x728MG2_3MN2IWwKCZdzyDFLVYTnYcnPTjbFydW1HzcChCMwR7Cg1AxERj6cwdQe0kXTvV5LeKtX7lRlLx2OY1ZyyBOc3gfb09taPxYraGmxfhW9Jg4U9bFyw/s4624/IMG_20220601_145358.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="3472" data-original-width="4624" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXwsXMGPS3XMulTRrh1c0ZmI6uu5JGYQ88yqf8eWYZcf_0SupxLVe0iYobBGbYU6vz_x728MG2_3MN2IWwKCZdzyDFLVYTnYcnPTjbFydW1HzcChCMwR7Cg1AxERj6cwdQe0kXTvV5LeKtX7lRlLx2OY1ZyyBOc3gfb09taPxYraGmxfhW9Jg4U9bFyw/s320/IMG_20220601_145358.jpg" width="320" /></a></div><br />Nos vamos a la Acadia, qué maravilla, cinco horas de coche y no nos da tiempo de aburrirnos. Allí Inés da clases en inglés a alumnos más y menos aventajados. Algunos no paran de reír y son invitados a abandonar la clase amablemente. Hasta en eso nos ha salido americana... Ella y sus tíos han fabricado cuentos de flores, de gatos, de pájaros y hasta de murciélagos. Contemplo estas escenas y me reafirmo en mis decisiones, "era tiempo de volver". Nos estábamos perdiendo todo esto, se lo estaban perdiendo ellos, y ella. <p></p><p>Cuatro días entre los parajes verdísimos de Maine nos ayudan a olvidar el estrés a ratos. Sólo a ratos, pues tengo las uñas comidas ya por la segunda falange. Paseos, escalada por la colmena para pisar la cima del mundo, piedrecitas de arcilla roja para dejar nuestra huella de aquella manera, jugarse la vida para conocernos un poco más, si cabe. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgR2yl-FLq8H1fPswFiSlA4K7oexsUCWB_ZULLj3UUc9t2WXDn5EW6GpYU37vhp13MD3z3Jp8DZ4LM8VRAM2eVqgxbmrb91HmNEyhPIUFBDXxxDlg1PwarAAkDLYpXhF1A3DXBytKJJq1WHFDYNj-E9HlBOPf-RJGCLiPQ5pSj5eKxKcXDKlOWSBqFX6Q/s4032/Fdez.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3024" data-original-width="4032" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgR2yl-FLq8H1fPswFiSlA4K7oexsUCWB_ZULLj3UUc9t2WXDn5EW6GpYU37vhp13MD3z3Jp8DZ4LM8VRAM2eVqgxbmrb91HmNEyhPIUFBDXxxDlg1PwarAAkDLYpXhF1A3DXBytKJJq1WHFDYNj-E9HlBOPf-RJGCLiPQ5pSj5eKxKcXDKlOWSBqFX6Q/s320/Fdez.jpg" width="320" /></a></div><br />Me gusta llevaros a lugares donde nunca habíais estado, me gusta ser capaz de sorprenderos y de esculpir recuerdos de los que son importantes, de los que uno presume orgulloso toda la vida porque es simplemente maravilloso tener hermanos. <p></p><p>Sólo este grado de confianza permite poner a trabajar a los invitados como si fueran la contrata de mantenimiento diario. Hemos limpiado y recogido esta casa tantas veces que podían venir a verla a cualquier hora sin pillarnos por sorpresa... bueno... casi. Recoged los zapatos y salir a la calle como si acabase de entrar la pareja cornuda. ¡Corred insensatos! Cuántas risas a pesar de todo. </p><p>Los hermanos son esos que están a tu lado en los momentos más importantes, ésos que se llevan 70 kilos de tu lastre sin rechistar, ésos que se alegran tanto de tu felicidad que se les llenan los ojos de lágrimas desbordando la suya cuando por fin llegan las buenas noticias. Tan de verdad verdadera como sólo la familia saca el corazón a alegrarse por ti. En tres horas pasamos de beber para olvidar a celebrar que hemos vendido nuestra posesión más preciada en América, nuestra querida Dana 26. Deshelamos margaritas con risas en la garganta. Desordenamos los rincones que tan pulcros se antojaban estos días. Por primera vez en mi vida estoy contenta con tanta entropía. Zapatos por todas partes, maletas a medio hacer, bolsas apestosas y ropa enredada. No importa, mañana aún hay tiempo, no tenemos que salir corriendo porque lo más difícil ya está hecho, ya hemos hecho las Américas.</p>Charihttp://www.blogger.com/profile/00982486193377426892noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7876584859591927057.post-28507127846814119302022-05-10T00:04:00.000-04:002022-05-10T00:04:39.127-04:00¿A quién le cabe su vida en una maleta?<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigdKWKXlBUWzU2n8n7kuikB-8t9xuq1XytS2yHtrddM0WzgZ3E4NMjV2OqCsh3WFWS8U2jwQvsMtxf3ZepDJmn1Qx0mXEei0PhimK7_5wRyKr2B-bES3vIrz11DLpJK35XWnsUDbq35Z7z_WiZr2atO7rMyGRit_Q_fTGm4i9KbS4eJzXSq9MhH3-2ZA/s4032/IMG_1440.heic" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="4032" data-original-width="3024" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigdKWKXlBUWzU2n8n7kuikB-8t9xuq1XytS2yHtrddM0WzgZ3E4NMjV2OqCsh3WFWS8U2jwQvsMtxf3ZepDJmn1Qx0mXEei0PhimK7_5wRyKr2B-bES3vIrz11DLpJK35XWnsUDbq35Z7z_WiZr2atO7rMyGRit_Q_fTGm4i9KbS4eJzXSq9MhH3-2ZA/w240-h320/IMG_1440.heic" width="240" /></a></div><div style="text-align: left;">Sobran los jerséis de lana, los gorros y las bufandas, sobran las botas de pelo, la tela de muerto y las capas. Sobran porque en mi maleta se acabaron las nevadas.</div><p></p><p>Sobran los vestidos viejos, de otra era en minifalda, sobran tacones de aguja, y las suelas desgastadas. Sobran trapos Desiguales de una alocada muchacha. Sobran porque esta maleta es de una mujer que marcha.</p><p><span style="text-align: right;">Sobran los diarios tristes de una vida que empezaba, sobran los recuerdos huecos que tanto me atormentaban, sobran los poemas secos derramados en la almohada. Sobran porque esta maleta, sólo albergará esperanza.</span></p><p>Sobran los libros leídos, los inciensos y las mantas, sobra la bisutería y las marcas en rebajas. Sobran las velas a medias esperando a ser quemadas. Sobran porque esta maleta es austera y despeinada.</p><p>Caben los viejos amigos en fotos ya desgastadas, caben los recuerdos nuevos, los dibujos, las palabras. Cargo en bolsillos pesados mis queridas Bostonadas, dejo todo lo que sobra, materiales de una casa. Llevo conmigo silencios, cicatrices y memoria, llevo los ecos del tiempo que compondrán otra historia. Llevo ganas de comienzos, de batallas y de gloria, llevo miles de argumentos, los de antes y de ahora.</p><p>Dejo en cambio los anhelos que arrastrados a la orilla crecerán como arrecifes que se arropen con la lluvia, morarán en el recuerdo de una década infinita, arrullándose en las olas que se rompen con la risa.</p><p>Saturan las cremalleras, aullando contra mi peso, cierra las fauces rabiosa queriendo avanzar el tiempo, pero aún quedan las semanas que han de borrar el invierno, las huellas en el camino que habrá de andarse primero. Queda lo bueno y lo malo de seguir y de quedarse, quedan las lágrimas raras de la pena por marcharse. Queda el vistazo a los huecos que tardaron en llenarse. </p><p>Mi vida en una maleta y yo sin nada que ponerme, voy a probarme valiente, que siempre me ha dado suerte. Voy a ver si aún me caben las ganas de comerme el mundo. Si me sobra por los lados, me ceñiré la humildad, en el bolso llevo idiomas que serán mi libertad, pero patria, como madre, sólo hay una nada más, y la mía ya me espera con los brazos de abrazar.</p>Charihttp://www.blogger.com/profile/00982486193377426892noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7876584859591927057.post-44747140485922712282022-02-01T11:59:00.001-05:002022-02-01T12:02:36.725-05:00Estados de COVID-cinco: Gracias al COVID<p>Gracias al COVID, mis melanocitos campan a sus anchas en la superficie de mi epidermis en lugar de huir a esconderse en lo más recóndito de mi ser, huyendo de las frías nieves bostonianas y esperando a que llegue el verano. </p><p>Gracias al COVID voy subiendo la cuesta de enero en una España que, aunque no inmune al virus, este año se ha guardado las Filomenas en los bolsillos de pana y ha sacado el sol a pasearse casi todos los días de la semana.</p><p>Gracias al COVID he cogido unos cuantos kilos que se me irán escurriendo en las tiritonas del invierno que me aguarda al otro lado del mes de febrero, con sus heladas insistentes y seguidillas de lunes a domingo. </p><p>Gracias al COVID he celebrado un cumpleaños con mi sobrina, sexto para ella, primero para mí. Corto y llovido, pero en presente y en directo. </p><p>Gracias al COVID he visto a mi padre salir de la oscuridad, iluminarse, recomponerse y tirar para adelante con la bolsa del pan en una mano y su única nieta en la otra. </p><p>Gracias al COVID he llamado a la puerta de mi tía un día cualquiera y me he llevado a mis sobrinos a ser reyes en el campo. Lo mejor no son las risas, ni los "tíaChari" que saben a pan recién hecho. Lo mejor es ver a Lucas saltar el riachuelo y escalar los árboles como cualquier niño de su edad, como si no hubiera estado nunca asomado al borde del abismo, como si no hubiéramos vuelto a nacer con él todos y cada uno de nosotros. </p><p>Gracias al COVID me he sentado a la mesa con mi familia extendida, por primera vez en muchísimos años, y me he levantado tres horas después harta de risas y de batallas. Un cumpleaños improvisado para los 44 de Sara, que para mí llevaba sin cumplir desde los 32. Gracias al COVID, planes de futuro.</p><p>Gracias al COVID he abrazado a mis hermanos en tandas de muchas veces, he compartido nimiedades y silencios, y hasta noches de juegos de mesa como si hubiera tiempo que perder.</p><p>Gracias al COVID he conocido a Carlos, el tercero de Maite, y me he tomado un café al sol con mis dos amigas de toda la vida, como si no hubiera mañana, como si no hiciera diez años que no estábamos las tres juntas.</p><p>Gracias al COVID he aprendido a apreciar las cosas pequeñas, a ser feliz porque hace sol por la mañana, y porque anochece tarde, y porque hoy no llueve, o porque he salido a comprar el pan y me he encontrado con antiguos conocidos. Tienes que haberte marchado lejos mucho tiempo para poder apreciar lo maravilloso que es encontrarse a la gente por la calle, coincidir, haber llegado al mismo sitio sin anunciarse, sin buscarse, y aun así tener el tiempo de pararte a charlar, alegrarte por ello y seguir tu camino con una sonrisa más ancha, porque sigues perteneciendo a este lugar.</p>Charihttp://www.blogger.com/profile/00982486193377426892noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7876584859591927057.post-14141353286515484072022-01-18T04:57:00.003-05:002022-01-18T04:58:44.825-05:00Diez años de Bostonadas: Publicación oficial ya disponible en Amazon<p>Amazon España: </p><p><a href="https://www.amazon.es/10-años-Bostonadas-Experiencias-madrileña/dp/B09M5B6MNR">https://www.amazon.es/10-años-Bostonadas-Experiencias-madrileña/dp/B09M5B6MNR</a></p><p>Amazon US:</p><p><a href="https://www.amazon.com/10-años-Bostonadas-Experiencias-madrileña/dp/B09M5B6MNR">https://www.amazon.com/10-años-Bostonadas-Experiencias-madrileña/dp/B09M5B6MNR</a></p><p><br /></p>Charihttp://www.blogger.com/profile/00982486193377426892noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7876584859591927057.post-55942751369221599592021-11-30T21:13:00.004-05:002021-11-30T21:27:39.219-05:00Grande, Almudena<p>Te has ido dejando vacías las páginas, un anhelo eterno que ya nunca encontrará consuelo. Te has ido sin avisar, con todo a medias, dejando todas esas palabras perdidas en las sombras, traicionadas por la premura con que te marchaste. Nadie escribe como tú, nadie toca el corazón y lo arrulla con palabras de siempre que sólo en tus frases magistrales adquieren tintes poéticos. Nadie nunca podrá llenar este vacío. Desde que me enteré no me abandona la tristeza y la rabia, no me acostumbro a la idea de que ya nunca saldrá un nuevo libro de Almudena Grandes. </p><p>Fuiste la primera mujer novelista que me zarandeó con "Malena es un nombre de tango", después vinieron "Atlas de geografía humana" y "Los aires difíciles", que recientemente he releído y me han vuelto a enamorar. "El corazón helado" se yergue orgullosa en el TOP de mis novelas favoritas, y tenía poco más de 20 años cuando lo leí. Aún recuerdo la pasión y la rabia que me despertaron aquellas páginas. Los "episodios de una guerra interminable" vinieron muchos años más tarde a mostrarme el mundo... A través de tus novelas he aprendido más historia de España que en mis clases de BUP. Tus personajes me despertaron una curiosidad por el PCE que había pasado de largo por mi adolescencia estudiando en el Instituto Dolores Ibárruri. Así de ignorante era yo a los dieciséis. </p><p>El "Mercado de Barceló" me hizo consciente de lo importante que es vivir despacio, observar el mundo con los ojos de un recién llegado. Releyendo mis Bostonadas me he dado cuenta de que eso también se ha perdido ya. Las primeras impresiones y la capacidad de sorprenderme cada vez van menguando más aprisa. Sigo tratando de no perderme. Has dejado la colección incompleta, me quedaba tanto por aprender. Sobre todo lamento no haber ido nunca a la feria del libro a pagarte tributo. Vivir en Boston tiene esas desventajas, las cosas importantes pierden lustre y se decoloran hasta volverse monocromáticas. Me alegro, en cambio, de que aquel estudiante pasara por allí para convencerte de que recopilaras tus artículos de opinión en una última obra que no podía llamarse de otra manera: "La herida perpetua", ésa que has dejado en todos tus lectores, ésa que no sanará por mucho que vengan autores noveles, premios Planeta y todos los Nobel de literatura del futuro. La herida perpetua supurará tristeza que manará a borbotones durante mucho tiempo. La herida perpetua será ese lugar donde refugiarse cuando tenga sed de palabras hermosas, cuando mi intelecto perdido en este otro idioma llore por sus raíces de castellano bien hablado. Tus novelas serán un lugar donde resguardarme del frío, del climático y del humano, serán una fuente inagotable de conocimiento, porque al leerlas a diferentes edades siempre descubro lugares que había pasado por alto. Tus novelas serán siempre mis "estaciones de paso".</p><p>Adiós, maestra, diosa de las letras, qué legado dejas y cuánto te faltaba por contar. Sueño con que alguien revuelva en tus cajones y exhume otros personajes de la oscuridad de tu recuerdo. No quiero hacerme a la idea de que te has marchado para siempre. Prefiero pensar que cada vez que te relea volverás en otras formas, me darás aliento y argumentos, y será como si nunca te hubieras marchado. </p><p><br /></p>Charihttp://www.blogger.com/profile/00982486193377426892noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7876584859591927057.post-28364177029010401442021-11-07T18:31:00.003-05:002021-11-07T19:07:37.472-05:00IB08112021: El vuelo de los abuelos<p>Barajas repleto de pantorrillas abrigadas con calzado cómodo y los cordones bien apretados esperando a que se abran las puertas como el primer día de las rebajas en el Corte Inglés. Jubilados unos, otros por fin haciendo uso de esos días de vacaciones que habían estado reservando con el anhelo interrogante del que espera un milagro. Todos con las mismas ganas, todos en formación de a uno con sonrisas en los labios, en los ojos, y en el alma, todos con un objetivo común: conocer a sus nietos nacidos durante la pandemia.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOaB8MK8oz56YEnT-q3yZ5RYkVpxpXiHjuwYGr3asWaYRC8rZpE26_bnVG80lah0f4vjCxyq-olbp7Bx8pQsnT9akeDKRPj5LdigvkOzPaLcufUdMFDMdb3TEN7P7_nyyxe_pJd3KJk7PH/s2048/8348DFCD-D68C-4523-8FF1-F00B0DCF8985.jpeg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOaB8MK8oz56YEnT-q3yZ5RYkVpxpXiHjuwYGr3asWaYRC8rZpE26_bnVG80lah0f4vjCxyq-olbp7Bx8pQsnT9akeDKRPj5LdigvkOzPaLcufUdMFDMdb3TEN7P7_nyyxe_pJd3KJk7PH/s320/8348DFCD-D68C-4523-8FF1-F00B0DCF8985.jpeg" width="240" /></a></div><p></p><p>Cuando a Elia empezó a crecerle la barriga no imaginábamos que no llegaríamos a tiempo para la baby shower, para el tercer trimestre ya estábamos todos encerrados. A Berta, como ya era el segundo y heredaba de todo, sólo esperábamos celebrarla en familia, en cambio observamos de lejos cómo sería el protocolo para bebés nacidos en pandemia. Para nada imaginábamos que tardaríamos meses en poder tocar a Álex y a Max. La primera vez que tuve a Álex en brazos ya casi no era un bebé, los días que se llevó el COVID ya nunca volverán. </p><p>Paula visitó España con su barriga en plena expansión, volvió dejando a los abuelos con la esperanza de que las fronteras se abrirían a tiempo para ver nacer al pequeño Erik. No fue así, los tíos postizos arropamos a Lena las noches que su mamá estuvo en el hospital dando a luz a su hermano pequeño. La otra Paula y Bea fraguaron a sus chicos cien por cien<i> made in America </i>y se apoyaron la una en la otra como lo hacen las hermanas. No quedaba más remedio. </p><p>La panza de Laura danzó mar adentro y se reconcilió con la Tierra, pero tuvo que conformarse con mirar desde la orilla el horizonte que se vuelca en la Península Ibérica. Sol llegó con su luz brillante sin abuelos ni tíos con quien jugar a las sombras.</p><p>Desde aquí seguíamos las noticias como quien tiene mucho que ganar, esperando que cantaran el gordo en cualquier momento. Llegaban rumores de que se abrirían las fronteras, pero no había más certeza que el deseo de todos esos padres, y la realidad era que USA permanecía cerrada al mundo. </p><p>Recuerdo el día que me desperté y abrí el New York Times, en primera página el titular que llevábamos más de un año esperando: <i>América permitirá la entrada de europeos vacunados el día 8 de noviembre de 2021</i>. El WhatsApp echaba fuego, los calendarios ardían, el avión de Iberia se fletó en el tiempo que tardaron en venderse las entradas de "más es más". Los gritos se oyeron hasta en la Luna. Al otro lado del mar, decenas de abuelos brindaban con vida, pronto sus nietos dejarían de ser planos para materializarse en cuatro dimensiones y abrazarlos fuerte con sus bracitos pequeños. Álex podrá correr a recibir a su abuela, los brazos y el gateo quedaron en el limbo del tiempo robado. </p><p>Ese avión no necesita queroseno, puede volar con las alas que les han crecido a los abuelos. Revolotean por la casa sin saber qué meter en la maleta, son tantas las emociones que han ido acumulando que muchos van a tener que pagar extra de equipaje. Llegarán al aeropuerto con diez horas de antelación, veintitrés kilos de ropita pequeña y peluches asomando de los bolsillos. Los abuelos traen los brazos de algodón para acunar a los <i>pandemials</i> en un arrullo infinito. Esos niños nunca han estado rodeados de gente, están acostumbrados a reconocer las caras sólo con verles los ojos, porque las bocas se encuentran vetadas detrás de las mascarillas, y con ellas, los besos francos de los allegados que mueren por dentro de tristeza y pena. Todas esas manitas pequeñas agarrarán el mundo y lo harán girar como una peonza, ya sólo quedan unas horas para que se rompa el hechizo. Regocijo, lágrimas, conversaciones cruzadas y fotos de bebés, así transcurrirán ocho horas de viaje por el cielo que une España con Boston. Cinco mil quinientos kilómetros de "mira el mío qué bonito es", "hay que ver las ganas que tengo de achucharlo", para por fin, a eso de las 7 de la tarde hora local, poner un pie en tierra americana después de casi dos años de exilio. Esas puertas abatibles se abrirán dejando escapar grupitos de abuelos buscando a sus nietos con la mirada. Ya en la calle y con el viento frío, decenas de bebés bien abrigados echarán sus bracitos al cuello de esos maravillosos desconocidos. Otra pequeña batalla ganada, ¡bienvenidos abuelos! </p><p><br /></p>Charihttp://www.blogger.com/profile/00982486193377426892noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7876584859591927057.post-90208544996426001912021-11-03T23:30:00.001-04:002021-11-03T23:34:57.313-04:00Una década prodigiosa<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJ1e66DjHlB5PlI4m0wF0VrPS9Uz4kGFbs8YgdXZXVWzt-vrWOdpKou72t2F16woch6kSV97DwJ9VY0Dc1dypMuUoLA_FNPRjudLnrlrfEBTcOOIhhUk6DuMSt_n2ozTr2zX4eUf0PjGtL/s2048/facebook.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJ1e66DjHlB5PlI4m0wF0VrPS9Uz4kGFbs8YgdXZXVWzt-vrWOdpKou72t2F16woch6kSV97DwJ9VY0Dc1dypMuUoLA_FNPRjudLnrlrfEBTcOOIhhUk6DuMSt_n2ozTr2zX4eUf0PjGtL/s320/facebook.JPG" width="320" /></a></div>Soy la hija de Lucio y (la) Rosario, la misma que se columpiaba muy alto cantando canciones de dibujos animados. Lauri se acuerda seguro, porque era muy nuestro eso de volar con las cadenas chirriando de fondo. Siempre convencida de que podía volar, de pequeña lo soñaba tan a menudo que llegué a confundirme. Es que era muy real, no siempre me salía, cogía carrerilla por el pasillo de baldosas verdes de la casa vieja y a veces me caía sin coger altura. Como en la vida, muchas veces me he caído sin llegar a despegar. <p></p><p>Soy la hermana de Ángel y Víctor, los dos seres humanos más maravillosos que habitan el sur de la Comunidad de Madrid. El primero me hacía rabiar excluyéndome de todos los planes "chotunos" mientras que el segundo hacía cirugías complicadas que dejaban secuelas irreversibles en mis muñecas. Entre ellos peleaban mucho, pero hacían pandilla para llamarme "bolita de caca", qué gran apodo, tengo que decir. Magistral. De ahí que yo me haya hecho una mujer fuerte difícil de achantar ante casi nada. De ahí el cultivado amor propio que me ha ido creciendo como una armadura invisible. Pues gracias a ellos, en parte, un día me subí a un avión y me planté en Boston, preparada para empezar a vivir.</p><p>Soy la madre de Inés, una niña con muchísima personalidad y un corazón que le dicta tarjetas de amor cada mañana. Una gitana con ojos negros y mucho arte que me da y me quita la vida por igual. No es un mérito mío, es el producto de la combinación perfecta de lo mejor de mí y lo mejor de su padre. </p><p>Soy también la pareja de Daniel, hay que ver qué mal me caía al principio, con sus frases de sobrado y sus <i>Nike</i> de niñato. Hay que ver lo que me equivocaba (también me equivoco algunas veces), ignorando que él sería la primera persona que vería en mí cosas que yo no había sabido encontrar. Por ejemplo, sugirió este blog. De ahí hacia adelante, nunca miramos atrás.</p><p>Soy científica también, muy curiosa, apasionada por la biomedicina y los intríngulis de la terapia génica últimamente. Simplemente, me flipa el ser humano, la ingeniería que engrana todas nuestras células y qué lejos estamos aún de comprender cómo funcionan la mayor parte de nuestros mecanismos. Pongo lo mejor de mí en aprender algo nuevo cada día y disfruto de las pequeñas victorias casi tanto como sufro las bajas.</p><p>Soy amiga de mis amigos, muy amiga, muy llorona, los quiero a todos con tantas ganas que me hace feliz su felicidad. Procuro rodearme de personas bonitas por dentro, y hago lo que puedo por mantenerlas a mi lado. Me esfuerzo, aunque quizás no tanto como antes, porque ahora ya sólo agarro con firmeza los lazos que merecen la pena de verdad. Lo que me sobra, lo voy aflojando. Poquito a poco, sin dramas, simplemente no hago esfuerzos innecesarios. </p><p>A mi edad, probablemente he vivido la mitad de mi vida, de ahí, una cuarta parte me la pasé aprendido a ser persona, otra cuarta parte me la pasé haciendo sufrir a mi madre presa de una adolescencia incomprendida, luego hubo un cuarto precioso que viví con mucha intensidad, la facultad, la independencia, mi primer trabajo, el doctorado... Y el último cuarto, justo después de las campanadas, lo viví aquí en Boston. Puesto así, parece que ocupa bastante.</p><p>¿De verdad han pasado diez años? ¿Nada más? A mí me parece que llevo aquí toda la vida. Llegué sin grandes expectativas, sólo traía los ojos desnudos de rímel y muy abiertos, dispuesta a darme la oportunidad que me había sido negada tantas veces. Pero las oportunidades también hay que saber identificarlas, así que no fue un ejercicio pasivo, ni mucho menos. Recibí lo que este país me ofrecía con la mejor de mis sonrisas, aunque muchas, muchísimas veces, había más ganas de lágrimas. Tragué la sal y tiré hacia adelante con la terquedad que me caracteriza, pero aprendiendo poco a poco a suavizar las formas. En estos diez años he aprendido a modular la voz, a morderme la lengua, a buscar razones a lo irracional, a ser más comprensiva y empática, a darle menos importancia a todo, a buscar la felicidad, a encontrarla y cultivarla, a admirar a las personas, a verlas por dentro, a dejarme aconsejar, a dar mejores consejos... pero sobre todo he aprendido a identificar las cosas que valen la pena, y mucho más práctico, las que no. </p><p>Rescato recuerdos que me pillan desprevenida, empiezo a no recordar algunas cosas, y eso también es bueno. Me siento tan afortunada de haber vivido... Diez años han dado para mucho, y este blog refleja bastante de ese mucho. Tengo una familia que diría que no me la merezco, pero es que no es verdad, sí que me los merezco, porque de toda esta lección que aprobé con notable comprendí que yo también merecía ser feliz. Tengo unos padres maravillosos que aprenden y enseñan como maestros, tengo unos hermanos con tanto carisma que siempre son el epicentro de los buenos momentos de otras personas. Tengo una pareja que sabe sacar lo mejor de mí y que me empuja a superarme cada día. Tengo una sirena de verdad que me regala alas mágicas para seguir volando cada mañana. Tengo ganas de subirme a la vida cada día y seguir sumando. Hasta aquí la crónica emocional de una década prodigiosa. </p><p> </p>Charihttp://www.blogger.com/profile/00982486193377426892noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7876584859591927057.post-48118479757550917582021-11-01T20:16:00.004-04:002021-11-01T20:18:03.288-04:00GiraSoles<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZ-CHNMWbXlnpV1ciaDcwsCyowek_D6nau-Y8AEjT-hUGOYe17qH1c2R-shMPxGcYXoFmuc9-eyRVeYj2XktpbRd0D-FGb8f99vWHhubgqelo-lDG2AL4FBNAthQsUXABq0ItMLg71iRqT/s4032/IMG_8515.HEIC" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4032" data-original-width="3024" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZ-CHNMWbXlnpV1ciaDcwsCyowek_D6nau-Y8AEjT-hUGOYe17qH1c2R-shMPxGcYXoFmuc9-eyRVeYj2XktpbRd0D-FGb8f99vWHhubgqelo-lDG2AL4FBNAthQsUXABq0ItMLg71iRqT/s320/IMG_8515.HEIC" width="240" /></a></div>La lluvia caía con esas ganas impertinentes de mojarlo todo a su paso. El viento doblaba los árboles en ángulos imposibles que acabarían partiendo los tallos más débiles. La tormenta sólo sabía venirse a más, creciéndose en las nubes plenas que colorearon el cielo de gris durante cinco días seguidos. Sol no tenía prisa por salir a este otoño mojado, sin duda prefirió quedarse flotando un poquito más en su burbuja de verano, así que siguó navegando en su propia órbita diminuta. Afuera el mundo podía esperar un poquito más, y decidió regalarle a su hermano unos días extra de hijo único. <p></p><p>Empezó a doler con la insistencia de lo que ya se venía anunciando, dejando claro que había llegado la hora de salir a saltar en los charcos. Pero dudaba, se estaba bien en la burbuja de mamá, calentita y segura. Se hizo rogar, maestra del escondite del baile de los neonatos. Su pelo negro, en cambio, delataba su posición debilitando a la estratega, revelando además la sangre andaluza que ya corría por sus pequeñas venas. Sangre azul de princesa infinita, sangre valiente de guerrera sureña. Nacemos en medio de una batalla del ser humano contra la naturaleza, que nos da las armas justas para enfrentarnos al mundo sin haber sido preparados. De sus manos crecieron girasoles con grandes pétalos amarillos para acunar su pequeño cuerpecito de muñeca, girasoles de tallos largos enraizados a la tierra. Hicieron falta muchos intentos para sacarla de su trinchera. Ya derrotada se dejó ir, sumisa, dispuesta a mojarse en la lluvia, pero cien mil pétalos la envolvieron en una crisálida enjuta. Delicada y exhausta, perdida en su limbo, esculpida en hielo su carita de ángel, tanta paz trajo consigo que se paró el mundo por un instante. Tiempo que vuela, palabras vacías, canta un sonajero hecho de semillas, pero en realidad son pipas doradas al sol, reinventando ritmos que ya conocía. Suenan a su paso los tambores viejos, y las nubes se marchan bailando alegrías, recogen sus volantes de lluvia desparramada, y los girasoles se beben la vida. Abre bien los ojos, princesa guerrera, no pierdas el ritmo de esta letanía, escucha la nana que te canta tu madre que sabe de ritmos y de melodías. Tienes tanta luz en tu alma chiquita que apenas queda lugar para el sol, tendrá que echarse a un lado y dejar que nos ilumines, tendrá que cantar bajito y bailar a tu son, pues los girasoles ya lo tienen claro, sólo se voltean para ver a Sol. Bienvenida al mundo, pequeña guerrera.</p>Charihttp://www.blogger.com/profile/00982486193377426892noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7876584859591927057.post-80800373829563022612021-10-18T18:56:00.010-04:002022-01-18T05:04:26.772-05:00Contigo<p>Siempre he sido una persona de lágrima fácil, algunas palabras tienden a estrujarme el corazón como un abrazo inesperado que se pasa de fuerza. La primera vez que vi a mi hermano en el aeropuerto después de un año y medio de pandemia tuve un ataque de realidad irreprimible. De repente comprendí que el tiempo perdido ya no volvería, y que todos los días que compusieron aquellos largos meses de angustia ya nunca regresarían colgando de las hadas. Lo abracé fuerte y lloré mucho, muy alto (hasta que el pobre sintió vergüenza), porque las lágrimas en ebullición son complicadas de amainar. Experimenté la misma sensación al abrazar a mis padres y a mis otros hermanos después de un año entero sin tocarnos. Simplemente no podía creer que estábamos juntos de nuevo, en la misma habitación, todos sanos y sin debernos más que tiempo. </p><p>Llegué a mi clase de flamenco un día en el mes de mayo, con mi camiseta de "La Gira" de Alejandro Sanz. Lupita me mira y pregunta: <i>¿vas al concierto?</i> y yo, con pesar y tristeza le digo que no, que había descartado la opción de ir a Nueva York porque aquí no tengo con quién. Mi inseparable compañera de conciertos está a más de 5000 kilómetros de distancia. "<i>¿Pero cómo? ¡Te vienes con nosotras!" </i>En ese momento el cielo se abre y guía mi mano con tanta destreza que antes de empezar la clase ya había comprado una entrada para escuchar al maestro el 10 de Octubre en el Radio Music Hall de Manhattan. Faltaba mucho tiempo, no sabíamos si el concierto tendría lugar o se cancelaría como todos los demás, pero la semilla de la ilusión ya estaba plantada.</p><p>A dos semanas del concierto las dudas continuaban, pero al final decidimos que hay cosas en la vida que simplemente deben hacerse. Y allá que nos fuimos.</p><p>El fin de semana se fue construyendo poquito a poco, en los cimientos de un atasco de cinco horas que habría de culminar con una fiesta de cumpleaños de un español bostoniano en la Gran Manzana, con sus tapas y su vino y sus juegos de mesa incluidos. Empezábamos bien. </p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5CLXd3D3CrHyFa-OaRThN5M-s_h0ebdBimQFU7ltDZ43jmZUx1SkZu5hPCvMrIr34hp7GxvKAi26f0ISay9gsv09naMfYgY2AybAqhmU2yMmpLVuUbVPK_CJkf1j1oGcWYH18pgZOSYqO/s1608/Captura+de+Pantalla+2021-10-18+a+la%2528s%2529+6.20.58+p.%25C2%25A0m..png" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1110" data-original-width="1608" height="221" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5CLXd3D3CrHyFa-OaRThN5M-s_h0ebdBimQFU7ltDZ43jmZUx1SkZu5hPCvMrIr34hp7GxvKAi26f0ISay9gsv09naMfYgY2AybAqhmU2yMmpLVuUbVPK_CJkf1j1oGcWYH18pgZOSYqO/s320/Captura+de+Pantalla+2021-10-18+a+la%2528s%2529+6.20.58+p.%25C2%25A0m..png" width="320" /></a></div>El domingo amaneció lluvioso (ninguna novedad en Nueva Inglaterra), pero se fue portando para dejarnos visitar toda esa magia que Nueva York se guarda para los más pequeños. Inés visitaba NYC por segunda vez, pero fue la primera en que fue consciente de su grandeza. Tocamos el piano de la FAO con los pies descalzos imitando a Tom Hanks, aunque sólo una de nosotras vivió las notas como reminiscencias de la película Big. Las dos lo pasamos en grande, ¡eso sí!<p></p><p>Por la tarde tocaba ponerse en marcha, encontrarme con las chicas y entrar en aquel teatro donde se entregan los premios Grammy. Todo era raro, irreal. Llegar a un concierto de Alejandro Sanz con sólo 15 minutos de antelación es impensable en Madrid, y allí estábamos, tan ricamente sin apretujarse ni demasiadas colas. Para bien o para mal, la pandemia nos ha achicado a todos. Me siento en mi butaca roja y miro alrededor, muchas caras expectantes, rojo resplandeciente, terciopelo por doquier. Hay muchas butacas vacías, impensable, increíble, insalvable. </p><p>Suena ese acorde de guitarra eléctrica que tan bien conocemos y aparece Alejandro con sus andares de "acabo de entrar al salón de mi casa" y el aplomo inconfundible del que lleva 30 años subido a un escenario. Ruedan lágrimas por mis mejillas que yo no he sido consciente de derramar, con pucheros y todo. Me miro por dentro y veo el engranaje de todas esas palabras y pensamientos que han llenado mi mente durante los últimos 18 meses. Volver a estar en un concierto rodeada de gente, cantando al unísono como una sola voz, de verdad que no pensé que ocurriría tan pronto. Sus manos tocando las de los fans de la primera fila fue como ver una sirena a lomos de un unicornio trotando por el anillo de Saturno. Irreal, idílico, inflamable. Las lágrimas sólo son un vehículo que transporta las emociones, y algunas emociones son tan fuertes que tienden a desbocarse, como un géiser que se expande cuando menos te lo esperas, y te empapa de vida por dentro y sólo puedes dejarte llevar y que se drene toda esa angustia encapsulada. Este concierto ha sido una prueba más de que lo estamos superando. Me acoplo a la música con otro grado de madurez, menos cantar y más escuchar, incluso tiempo sentada. Comprendo que llevo 30 años generando emociones con estas letras, y que soy una privilegiada por tener ese derecho. Son los recuerdos de toda una vida y son las abstracciones que uno hace de lo que ha vivido. Me quedo con mi parte sensible y vulnerable, soy lo suficientemente fuerte como para llorar en público sin darle demasiada importancia. Así soy, así crezco, así quiero seguir siendo.</p><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='631' height='525' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dyuOTCFFtTBjnMK2W4ehKuTkTwDial8CUCQFl9m1nb4Z2gTGAqntvgx5T_8s-KmJx9Re-LTcNnfSLQsSHM1Rw' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div></blockquote><div style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: left;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhI9SxEeyfrp4OymtVLFDiPJcykjOSkDi8xX-Cx8Gl1xFwyGPUDCh9M9ueRYwY4Nv48bNJlk1uarb-eXq7nlGFkher1knbTZ-JMoNX14TBxnMFTgwhvSJQ7dj6GntUi9FiWtVexUHcs-OT1/s2048/IMG_8127.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhI9SxEeyfrp4OymtVLFDiPJcykjOSkDi8xX-Cx8Gl1xFwyGPUDCh9M9ueRYwY4Nv48bNJlk1uarb-eXq7nlGFkher1knbTZ-JMoNX14TBxnMFTgwhvSJQ7dj6GntUi9FiWtVexUHcs-OT1/w320-h240/IMG_8127.jpg" width="320" /></a></div><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><br /></blockquote><br /><p>Y cuando ya creía que no podía aprender más de esta involución, Alejandro se arranca por Sabina y deja al teatro medio mudo. Lógicamente, el público latino conoce menos estas letras. Y yo que muda no me quedo, aun cantando una letra que conozco al dedillo desde hace años tengo una epifanía: <i>Yo no quiero domingos por la tarde, yo no quiero columpio en el jardín, lo que yo quiero corazón cobarde es que mueras por mí. Y morirme contigo si te matas y matarme contigo si te mueres, porque el amor cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren. </i>Todo está en las letras, sólo hay que pararse a escuchar. Por eso al próximo concierto iré contigo.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='502' height='417' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dyICqEDrfeIQndoCPGL6-nOX7ahFzRbnhuoegV7RUcT8d5reytWxjfy_QjDEn-0mioPN253-WitUIluUuM8zw' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div><br /><p><br /></p>Charihttp://www.blogger.com/profile/00982486193377426892noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7876584859591927057.post-66431872455002048762021-09-27T21:20:00.008-04:002021-09-27T21:22:09.876-04:00Ya estamos todos<p>Fuimos dejándonos caer poquito a poco, como para no abusar de la alegría que se asomaba ya desbordando, como sin querer bebernos toda el agua del botijo después de haber pasado un año y medio en el desierto. Al final, nos tiramos por la borda.</p><p>Se llega tarde, a las fiestas españolas se llega tarde, y punto. Eso lo sabe todo el mundo, estemos en España o no, nos gusta retrasar el pistoletazo de salida y arrastrar la meta hasta que va cayendo el sol y no queda más remedio que marcharse. Las bocas de todos hablando a la vez, sin velos, sin pantallas. Las risas de todos sonando a la vez, en pequeños grupos, en conversaciones cruzadas. ¡Ay, las conversaciones cruzadas! hacía tanto que no serpenteaban voces esquivándose a la deriva que ya nos habíamos empezado a acostumbrar a hablar bajito. Achaques de pandemia, nos bajó dos tonos de voz y de ganas. A algunos más, a otros menos, a muchos les silenciaron del todo.</p><p>Fueron llegando unos en coche, otros en bici, otros andando... Entraban con la determinación de quien estuvo aquí ayer... pero eso fue antes de la pandemia, hace mucho tiempo amargo. No teníamos expectativas, sólo ganas, y fuimos dibujando el día con ratitos nuestros y mucha paciencia. Volvimos a confundir los vasos y a arreglar el mundo con una cerveza fría en la mano. Pero no el mundo de afuera, ése nos da más igual, sino el mundo que nos rodea y nos desprotege aquí adentro. Ese mundo que lleva año y medio girando tan lento que hasta a Teresa se le ha ralentizado el líquido cefalorraquídeo. Necesitamos fronteras abiertas para poder cruzarlas, para tender la mano y que lleguen abuelos, padres, hermanos, tíos y primos, que vengan a dar el tostón de una puñetera vez. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiN0gSGtCZ2kigjhCXWt26w4tzye4bNLcRWIBcBU1aTLMCR_DP65CQftScHHUQeHugqvE979wmaHZooEK35u1pNiZF-AizgHDw580zCqdvVhINyAzNIDJMUZmQa9Njwpg80YCnTeRm7HKmv/s2048/IMG_7837.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiN0gSGtCZ2kigjhCXWt26w4tzye4bNLcRWIBcBU1aTLMCR_DP65CQftScHHUQeHugqvE979wmaHZooEK35u1pNiZF-AizgHDw580zCqdvVhINyAzNIDJMUZmQa9Njwpg80YCnTeRm7HKmv/s320/IMG_7837.jpg" width="320" /></a></div><p></p><p>Nos hemos ido expandiendo con los años, a cada pareja le han ido saliendo esquejes, y los <i>milenials</i> ya hasta caminan y piden comida en el plato. Todos menos el recién llegado, que con tres vueltas de luna apenas ha tenido tiempo para los placeres humanos. El pequeño heavy llega flotando en su cuco, su telón de pajaritos acompasa los redobles, llevábamos mucho tiempo esperando, todos queremos verlo aunque no podamos tocarlo. Esperaremos pacientes a su sistema inmune madurando, como una coraza de pétalos que se van desarrugando, como un traje de volantes que se irá desparramando. Como un haz de luz que se proyecta agrandando nuestras sombras, dejando vacías las noches que tanto consuelo han robado. Y saltándose el protocolo de no haber sido invitado, Erik se trajo su prisa y su birra debajo del brazo. Celebramos los 37 de Dani, los 36 los saltamos, dijimos adiós al verano con los besos enfadados. Pero ahora ya estamos todos, y volvemos a tocarnos, y los niños juegan juntos sin turnos y sin recatos. Saca la tarta, sopla las velas, dame un abrazo, y vamos a celebrar juntos que lo peor ya ha pasado. </p>Charihttp://www.blogger.com/profile/00982486193377426892noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7876584859591927057.post-29721396120277063842021-08-18T22:26:00.002-04:002021-08-18T22:26:36.730-04:00Huellas en el Mediterráneo<p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 0in;"><span lang="ES"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span lang="ES"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1cPYfDkWqVpGMlldGuccqHog81H-F0wuDHiUACYrwddmgfdmiwesLVkR3PFACMRM4-puf49-8uGZfCyzna6tG_aeyJE3HweXEMn-A_VBJK2tEL77KreTnxa92V5wubHLanCSIgeD3D4dq/s2048/IMG_7124.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1cPYfDkWqVpGMlldGuccqHog81H-F0wuDHiUACYrwddmgfdmiwesLVkR3PFACMRM4-puf49-8uGZfCyzna6tG_aeyJE3HweXEMn-A_VBJK2tEL77KreTnxa92V5wubHLanCSIgeD3D4dq/s320/IMG_7124.jpg" width="240" /></a></span></div><span lang="ES" style="font-family: inherit;">Yo estuve allí, pisé aquella arena finita que tanto se parecía a la de mis sueños. Las huellas, sin embargo, no desaparecieron al abrir los ojos, caminaron parejas durante kilómetros dejándose besar por las olas del mar. Dibujamos el horizonte azul con las puntas de los dedos, con sonrisas de incredulidad garabateándose en los labios ante la normalidad de lo que fueron muchos ocasos anteriores. Sabe a tinto de verano, a cerveza en un chiringuito, a helados, a brisa, a estar moreno, sabe a Mediterráneo.</span><div><span style="font-family: inherit;">A nuestro alrededor todos caminan felices, distantes, manteniéndose en un confín que tiene las horas contadas. Las mascarillas abarrotan el lienzo como una algarabía de gaviotas apoyadas en sus palos, a la espera, presentes pero ignoradas, que aun sin querer ser tenidas en cuenta protagonizan cada pincelada de este sueño de verano que a ratos se tiñe de pesadillas y nubes.</span></div><div>Mis huellas persiguen a otras huellas que siempre fueron siete años por delante, las de mi hermano mayor. Qué importante es seguir los pasos del mayor, no salirse de las líneas trazadas con tanto esmero por su diestro pincel mojado en tinta china. Ahora, ya en la misma década y sin haber dejado de ser los mismos, caminamos uno al lado del otro como seres iguales, hechos de la misma pasta, pero modelados por artes distintos. ¿Dónde termina la genética y empieza el albedrío? Me bebo estos ratos poquito a poco para estirar el efecto de las endorfinas, dosifico los momentos tantos meses añorados y conjurados en palabras lastimeras. Tomo instantáneas mentales que llevaré conmigo para siempre, por si vuelven a separarnos y tengo que alimentarme de ellas para sobrevivir. <span style="font-family: inherit;"><br /><span lang="ES"><o:p></o:p></span></span><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHKJdzwV8BnSfI8tOAgVtVvIFsQDaaIwMQb8DNb1zVTEoeKn5ePaV4yxb6thuzlUrPCBUfcP-d6UitxCHbiMlYGVaIAHr_Ucuo-zKwa3OivSF5jtxVESyIp6V_HUH34uveFwk5Exu1me8v/s2048/IMG_7126.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHKJdzwV8BnSfI8tOAgVtVvIFsQDaaIwMQb8DNb1zVTEoeKn5ePaV4yxb6thuzlUrPCBUfcP-d6UitxCHbiMlYGVaIAHr_Ucuo-zKwa3OivSF5jtxVESyIp6V_HUH34uveFwk5Exu1me8v/s320/IMG_7126.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"></td></tr></tbody></table><p class="MsoNormal" style="margin: 0in;"><span lang="ES" style="font-family: inherit;">Mi gitana también imprime sus huellitas en la arena, cada vez más separadas, calibrando perspectivas, dejando atrás pares de zapatos que ya no saben valerle. A su lado siempre, sus fieles guardianes: cuatro juegos de pies cansados cuyas huellas experimentadas se arrastran para trazar el camino de la libertad. Volvemos a estar juntos, hemos encontrado todos los trocitos que se habían desperdigado por la casa. Los hemos pegado con tanta ternura que nadie diría que estuvieron un año y medio separados.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0in;"><span lang="ES" style="font-family: inherit;">Con precaución y sin olvidar que aún somos vulnerables, abrazamos las quedadas al aire libre y sin mascarillas para poder leernos los labios sin perdernos una sola palabra. Las noches de verano nunca habían durado tanto, el horario laboral enganchado al otro huso me estiraja la energía y me ofrece otro punto de vista, el de exprimir al máximo la vida. Abrazo cada rincón de mi España como si fuera la primera vez, me rezago en los atardeceres que no recordaba tan trasnochadores, y miro la luna, la misma que veo en Boston y que de alguna manera me hace sentir más cerca cuando estoy tan lejos. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0in;"><span lang="ES" style="font-family: inherit;">Yo estuve aquí, disfrutando de las cosas normales que durante un tiempo se nos negaron, recordando que no hay nada más importante que la familia y las raíces, y procurando que mi gitanita abrace la vida con las mismas ganas, regando sus raíces españolas para que nunca corra el riesgo de que empiecen a secarse.</span><span style="font-family: Calibri, sans-serif;"><o:p></o:p></span></p></div>Charihttp://www.blogger.com/profile/00982486193377426892noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7876584859591927057.post-51337265884643697332021-07-03T20:24:00.005-04:002021-07-03T20:36:39.971-04:00Rojos<p></p><br />Vuelven los rojos a mis labios, a mis tacones, a mis volantes... vuelven reivindicando que se acabaron los encierros. Aquí se recogen los miedos aquejados de inmunidad, que al son de un lerele vuelan, llaman y se arrullan, colgados de una escobilla cogida a mi delantal. <p></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-BIxr6NQ0YTuadZ8Tja_E_ylo5nU5GZQuy18OaKW2H6C9KnNgkhvhTHw4P7hsi7p5d69XWbagEzZOAmt2vKubM2ph0sKzLUBG-Z49nERNmayCBUfkEsgZFi-CKKLsopAh1pNZtVf-Flkn/s2048/IMG_1581.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-BIxr6NQ0YTuadZ8Tja_E_ylo5nU5GZQuy18OaKW2H6C9KnNgkhvhTHw4P7hsi7p5d69XWbagEzZOAmt2vKubM2ph0sKzLUBG-Z49nERNmayCBUfkEsgZFi-CKKLsopAh1pNZtVf-Flkn/w320-h240/IMG_1581.jpg" width="320" /></a></div>Vuelven los rojos tirititrán, rojas las flores de mi pelo harto ya de enmarañarse, roja mi peineta reina que destella tempestades, rojos los lunares bellos que se cuentan por millares. Vuelvo a estar repeinada y segura subida en un escenario, con mi sonrisa roja al descubierto y el temblor entre las manos. Comparto emoción con las caras que me miran desde abajo, bocas ávidas de oles, arsas y tomas, que año y medio han esperando escondidos en las gargantas aguardando a ser gritados, rasgándose las corazas, puntiagudas, impacientes, sordas al grito del alma que se pierde entre la gente. España se hace arte líquido y el público se lo bebe, el son de sus tacones rojos llena el aire de silencio, nos arropa con su manto de claveles y momentos, y se cuela en los rincones de la distancia y el tiempo. <p></p><p>Se destapan bocas ajenas, en ojos ya conocidos, y descubro caras nuevas en bailes mil veces paridos. Ríe y llora mi alma inflamada de emociones tan distintas, que no sé si tientos-tangos, sevillanas o fandangos, sólo se que me hacía falta bailar sobre un escenario. </p><p><br /></p>Charihttp://www.blogger.com/profile/00982486193377426892noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7876584859591927057.post-79390237139147879702021-05-07T17:36:00.002-04:002021-05-07T17:36:26.953-04:00Fin de una era<p>Me levanto por última vez de esta silla, salgo por la puerta del despacho sin echar la llave, echo un vistazo rápido a todo aquello que construí con tanto esfuerzo: mi laboratorio con sus estanterías viejas pero limpias y colocadas, pobladas de <i>icebuckets </i>rosas y morados y gradillas de todos los colores. Atravieso por última vez esa puerta, dejando atrás mis cabinas bautizadas con nombres de grandes científicas: Margarita Salas, Marie Curie y Barbara Mcclintock, y mis incubadores homónimos de lugares cálidos: Hawai, Florida, Ibiza y mi querida Sevilla. Bajo por última vez los cinco pisos de escaleras, salgo a la calle y me recibe el viento un poco cabreado: adiós Mass Eye and Ear, adiós Harvard. </p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmvun3sGDpV9uxzkYAM0USxIjaLlCJ25AiO5gPdP0HVQ7HFydsn4OqskWKPpnVwqwAHx74rlyuTgd6d1Hv7uJbz3sTsFS9RCf717uGLV-WGR62TGV5xLdvMpSNqNlhBrl5eipmrmh4twE3/s3024/8947722D-E8F7-4D1C-86C4-A5FD02877EF4.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3024" data-original-width="3024" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmvun3sGDpV9uxzkYAM0USxIjaLlCJ25AiO5gPdP0HVQ7HFydsn4OqskWKPpnVwqwAHx74rlyuTgd6d1Hv7uJbz3sTsFS9RCf717uGLV-WGR62TGV5xLdvMpSNqNlhBrl5eipmrmh4twE3/s320/8947722D-E8F7-4D1C-86C4-A5FD02877EF4.jpg" /></a></div>Lo nuestro ha sido una historia preciosa, diez años de hacer ciencia de calidad, de aprender culturas, de construir abismos para luego saltarlos, de crecer por dentro y por fuera. Diez años de conocer gente maravillosa de todas partes del mundo, una década de risas y lágrimas en un lugar que me ha visto quitarme las coletas, casarme, cambiar los tacones por unos crocs cómodos, gestar a mi gitana hasta el día en que salí de cuentas, volver sólo dos meses después renovada y seguir peleando, caer, volver a levantarme, ascender, convertirme en Assistant Professor, conseguir tener mi propio laboratorio, conseguir premios, y pasar de cero a cien y sigue contando. Ahora, ya sin resuello, me paro sólo un instante para echar la vista atrás y me sonríen los huesos, porque hay que ver cuánto nos hemos querido.<div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJldVixLLYXzcTWSgTgDbqafDi4WVKSLoykWAtSm6HjyR6a6k7_z2EOkNrbChDD5c2uCiS4ELmQnKF5G3WTYJVb9249QzcqPILggBOrGIr9XQZohy6CFXlIPf2Au3IT1YyZEoWq22HDa3u/s4032/IMG_5355.HEIC" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="4032" data-original-width="3024" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJldVixLLYXzcTWSgTgDbqafDi4WVKSLoykWAtSm6HjyR6a6k7_z2EOkNrbChDD5c2uCiS4ELmQnKF5G3WTYJVb9249QzcqPILggBOrGIr9XQZohy6CFXlIPf2Au3IT1YyZEoWq22HDa3u/s320/IMG_5355.HEIC" /></a></div>Harvard me dio la residencia americana y todas las oportunidades que España no quiso darme aun siendo ciudadana. Me ayudó a ser, a convertirme, a conseguir, a seguir. Aquí he tenido los mejores mentores, a pesar de no hablar el mismo idioma, qué fácil ha sido dejarse ayudar y aconsejar por ellos. En todo momento han estado ahí, todos me han ayudado a tomar esta decisión con sentimientos encontrados pero sin egoísmo y queriendo lo mejor para mí, como si fueran mi familia. Y por si fuera poco, Harvard me deja las puertas abiertas (como hizo mi madre) por si un día quiero volver. Pero cuando uno da un paso hacia delante, ya no hay que mirar atrás. Mi familia de verdad ya lo asumió, y por eso también me han apoyado en esta decisión tan importante.</div><div>Cuando dejé España no tenía planes de volver o quedarme, aunque en el fondo todos soñamos con poder volver. Por suerte o por desgracia, los años y las experiencias suman estrepitosamente, y yo ya no puedo seguir negando la evidencia: aquí estoy mejor. Si tenía alguna duda vino el COVID a despejarla. No sólo por el impacto de la pandemia (tan igual y a la vez tan diferente a uno y otro lado del océano), sino por la estela de incertidumbre que va dejando a su paso. Los puestos de trabajo que desaparecieron, las familias que no saben de qué van a vivir a partir de ahora, las vacunas que llegan malamente y demasiado lentas. A este lado, por suerte, vivimos a un paseo de Moderna y de Pfizer, también de los laboratorios donde se hicieron los hallazgos más importantes del mundo y se forjaron muchos premios Nobel de medicina, incluido nuestro honorable Severo Ochoa, que también se vino a hacer las Américas. </div><div>Para bien o para mal, aquí siempre han sabido lo importante que es la ciencia. No sé dónde radican las diferencias, o cómo eliminarlas, pero es muy bonito vivir en un lugar donde la gente te da las gracias por hacer lo que haces. Donde la ciencia se considera un privilegio y los científicos una especie a preservar. Por eso, ante la perspectiva de poder hacer un poco más, he decidido dar otro salto al vacío. </div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxyW6kbG-4TJ2sZ7hpIKhIIOj-x7seUy_oZNpKDOFdDN9Nb1Euk1m3kJqMcBatY5RzrtcYIIDdspgoDDT6XlkkL_6zjGrvpFk_Gi_FKRGbPazg1zD9KyMyROqcI_-ivCjaJwUWcH_2Z4P3/s4032/IMG_5354.HEIC" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="3024" data-original-width="4032" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxyW6kbG-4TJ2sZ7hpIKhIIOj-x7seUy_oZNpKDOFdDN9Nb1Euk1m3kJqMcBatY5RzrtcYIIDdspgoDDT6XlkkL_6zjGrvpFk_Gi_FKRGbPazg1zD9KyMyROqcI_-ivCjaJwUWcH_2Z4P3/s320/IMG_5354.HEIC" width="320" /></a></div>El corazón se me parte, una mitad quedará siempre latiendo en estas paredes, mirando por la ventana de la cafetería y viendo el majestuoso río Charles congelado en invierno y verde chungo en verano. La otra parte se viene a reinventarse, a seguir construyendo, a empezar de cero. Hay trenes que han de cogerse, incluso sin la certeza absoluta de que llegarán al destino esperado. Por eso cuando un día, estando en el andén despreocupada leyendo un libro, salió una mano y me ofreció un viaje, no pude resistir la curiosidad de lo desconocido. Me bajé del tren que cogí hace 10 años y me subí a uno más veloz y moderno. A partir del lunes se irán unas responsabilidades y vendrán otras. Adiós a la soledad científica, al estrés de buscar financiación y publicar artículos, adiós a la semidependencia de mi padre científico, adiós al laboratorio sin ventanas, adiós a diez años de aprendizaje que ya no daban más, adiós a una década de mi vida, fin de una era. </div><div>Hola a la oportunidad de poder llevar mi ciencia a los pacientes, hola al precio al alza de las ideas que pujan por salir de mi cabeza, hola a un nuevo equipo que me rodeará y sostendrá, hola a las mil cosas que tengo por aprender, hola al miedo y a las ganas de tirar hacia adelante. Me embarco en una aventura preciosa, dirigiendo el laboratorio de biología celular de la retina en una empresa de terapia génica. Nadie puede augurar qué pasara mañana, pero soñar es gratis y trabajar duro es mi firma. Ahora toca demostrar que han apostado correctamente, y que todo aquello que aprendí durante los mejores 10 años de mi vida (profesional y personal) puede ahora canalizarse y mejorar la vida de aquellos que ponen la esperanza en la ciencia. Si esto pasa, yo ya he cumplido, ya he contribuido a mejorar el mundo un poquitín, ya puedo decir que mi sacrificio ha merecido la pena.</div><div><br /><br /><br /><br /><p></p></div>Charihttp://www.blogger.com/profile/00982486193377426892noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7876584859591927057.post-11366396557833610372021-05-04T23:03:00.001-04:002021-05-04T23:03:20.377-04:00Puerto Rico: Un lugar para quedarse<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgThYUnwaBLzO-20JiXd6UKx0B3dCdmx0cD0JYBKLLNkAxCcGCjMfvMKYdykt2ENyZJqOxmmvKw0jY_PYVNXldx6NYNoBQw2RJBug3bqLIxbdM9U-vd_bbOJbcfLKO0fOYeatPfYEMy8CCl/s2048/IMG_5572.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgThYUnwaBLzO-20JiXd6UKx0B3dCdmx0cD0JYBKLLNkAxCcGCjMfvMKYdykt2ENyZJqOxmmvKw0jY_PYVNXldx6NYNoBQw2RJBug3bqLIxbdM9U-vd_bbOJbcfLKO0fOYeatPfYEMy8CCl/s320/IMG_5572.jpg" width="320" /></a></div>"Puerto Rico es un lugar para quedarse a vivir", por eso el burri se quedó rezagado en el arco de seguridad del aeropuerto y nunca cruzó al otro lado. Se soltó de la cadena como un escapista jugando a "fuga" en la plazoleta. En Puerto Rico se está calentito, hablan nuestro idioma, tienen las mejores playas del mundo y se come de maravilla. Arepas, tostones, pastelillos, mofongos, chicharrones, alcapurrias, mero con salsa criolla, chillo frito, mango jugoso, aguacate gigante... Si lo riegas con piña colada ya no querrás irte jamás, sobre todo si lleva ron y te lo estás tomando en una terraza del viejo San Juan que bien podría estar en La Latina (pero con playa...). Ponle horas al reloj, salsa a las palabras, ritmo a las calles y alma a las personas. Cercanos, familiares, amables, cariñosos, sin complejos... así son los puertorriqueños, y entre gente así me gustaría quedarme. <div><div class="separator" style="clear: both; text-align: right;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpbbE5yNwAk4TJBkH0ow4HXQ-L96q5eWl5Q4fZL2X7MDNdB0NQZBUkWq-eMeICHoDAA41ykQRqGwCrX4taSHc23bsmpnZtzf9OYYfNm6xZOMFdY5HVCLic0nlfMZI3SaY85ERCT-yNLDjf/s2048/IMG_5557.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpbbE5yNwAk4TJBkH0ow4HXQ-L96q5eWl5Q4fZL2X7MDNdB0NQZBUkWq-eMeICHoDAA41ykQRqGwCrX4taSHc23bsmpnZtzf9OYYfNm6xZOMFdY5HVCLic0nlfMZI3SaY85ERCT-yNLDjf/w150-h200/IMG_5557.jpg" width="150" /></a></div>Las sirenas viven en el Caribe, he visto una todos los días, surcando las olas y haciendo castillos de arena blanca. "Soy una sirena", me decía, "la última de mi especie, las otras se han ido marchando a otros mares, pero yo me quedo aquí, porque Puerto Rico es un lugar para quedarse". Se peinaba los rizos en dos coletas, hartas de arena, conchas y corales. De vez en cuando salía del agua para buscar dólares de arena. La primera vez que vi uno me pareció una pieza única. La simetría radial que estudié en zoología hace ya tantos años allá en la carrera. Esa perfección natural que sólo los equinodermos presentan como destinados a ser collares. Pero son frágiles, hay que saber conocerlos, y el primer día aprendí que no puedes echarlos en una bolsa de playa y dormir sobre ellos de cualquier manera. <br />Por suerte, las sirenas trajeron muchos más a adornar las orillas, y pudimos compensar la torpeza con mimo renovado. Nunca vi conchas de colores sin ser artificiales. Conchas rosas, moradas, blanquísimas impecables con sus crestas onduladas como las rufles. Se abandonan en la arena tomando el último rayo de sol, algunas tiroteadas por los picos de las aves pescadoras. Son tan chiquitas que parece que en este mar sólo hubiera juventud. Sin duda aquí está la fuente de la eterna juventud, porque a mí se me cayeron unas cuantas arrugas y el cansancio de los ojos. Puerto Rico me ha devuelto la energía que se llevó el COVID, las vacaciones en familia, el sabor de la felicidad. <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvA458hx0DaVZdbobllfajhNFLVoM1By-z9Ay7MOWa7n-qhX-dy-DYOfdY01A72273qaeqgbiHJQyfr69VsAEzf7-Uw3qURWwhb_Fijb7MC1Hnv0i8NBj0ngdhrF8laP-4HxHe5jNZ6gqG/s2048/IMG_5485.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvA458hx0DaVZdbobllfajhNFLVoM1By-z9Ay7MOWa7n-qhX-dy-DYOfdY01A72273qaeqgbiHJQyfr69VsAEzf7-Uw3qURWwhb_Fijb7MC1Hnv0i8NBj0ngdhrF8laP-4HxHe5jNZ6gqG/s320/IMG_5485.jpg" /></a></div></div><div>Sus callecitas de colores te contagian de buen rollo. Si hasta te da igual que llueva un poco cada día. <br /></div><div>En el Yunque un rato diluvia y al minuto sale el sol, es como Nueva Inglaterra pero con variantes de buen clima. Este <i>rainforest</i> que quedó arrasado por el huracán María en 2017, resurge de sus astillas y apunta al cielo con determinación. Sólo se oyen los pájaros cantando a pico pelado, el agua que resbala de las hojas y nuestros pasos mancillando este sustrato mágico de vida eterna. <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /></div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_lGhyZnC7bqA3puS-y2DZy558ddNp6MymLYdGISVcoImptkt4nYpVhJJ9rzflI54MiI4k8byCMfxRkHiUFcJXtuc-f3jEgzBGPXleAPiV-lF5AZ5lE_ggpF5kH6ERBo9ncg-xe-b48zOu/s4032/IMG_5408.HEIC" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3024" data-original-width="4032" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_lGhyZnC7bqA3puS-y2DZy558ddNp6MymLYdGISVcoImptkt4nYpVhJJ9rzflI54MiI4k8byCMfxRkHiUFcJXtuc-f3jEgzBGPXleAPiV-lF5AZ5lE_ggpF5kH6ERBo9ncg-xe-b48zOu/s320/IMG_5408.HEIC" width="320" /></a></div>Puerto Rico es un lugar para quedarse, eso pensaron los colonos que envió Carlos III, y así irguieron el castillo de San Felipe del Morro a modo de fuerte amurallando la entrada a esta isla paraíso en la que se quedaron para engendrar mestizos y sembrar palabras que ya no son sólo nuestras. Y muchos años después los americanos lo usarían para fines similares en la Segunda Guerra Mundial. A pesar el contexto bélico y violento, es un emplazamiento precioso y una visita obligada.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghf3K3aVc2VKGVHxfe3AWImZOD72gacLlf0nrQjDkrd6VlcCla0H3O4en9PSXrT7hjWd08_EWlUn-Nd6laD5GiP9PkfNRPwXJUf5NNZm41HUdnidNGa-TGiJyNPBa7fcIj4rnUA7drMAUE/s2048/IMG_5446.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghf3K3aVc2VKGVHxfe3AWImZOD72gacLlf0nrQjDkrd6VlcCla0H3O4en9PSXrT7hjWd08_EWlUn-Nd6laD5GiP9PkfNRPwXJUf5NNZm41HUdnidNGa-TGiJyNPBa7fcIj4rnUA7drMAUE/s320/IMG_5446.jpg" width="320" /></a></div><br /></div><div>En Puerto Rico no sólo se bebe piña colada y mojito, también historia y arte a raudales. Me enamoraron las pinturas, esculturas y todo tipo de artesanía tan nuestra y tan diferente del frío talento norteño. </div><div><br /></div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlN1bmGLfgHC0yBYZJKnNaLMJhyphenhyphennIqWgWkfR9qykq-cMX-3makkun6EF4DKwOw-uiW1d27J4cxBK8cTG0VXDn47aoiyDEtyGpvi7j-GOfOOoVtjo-0C6wras00WM539QDlYtlDJEaB0hK6/s2048/IMG_5593.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlN1bmGLfgHC0yBYZJKnNaLMJhyphenhyphennIqWgWkfR9qykq-cMX-3makkun6EF4DKwOw-uiW1d27J4cxBK8cTG0VXDn47aoiyDEtyGpvi7j-GOfOOoVtjo-0C6wras00WM539QDlYtlDJEaB0hK6/s320/IMG_5593.jpg" width="320" /></a></div><br />Aunque sin duda el lienzo que me hizo pensar en quedarme fueron las playas paradisíacas de Vieques, una de las Islas Vírgenes que salpican el Caribe. La Chiva se abrió entre palmeras sólo para nosotros, y nos regaló cien tonos de azul haciendo honor a su nombre anglosajón "The Blue Beach". Y vaya si mereció la pena el ferry y el paseo en fregoneta, todo por verme los pies como en una vitrina de aguas cristalinas. Así que aunque ya se acabó y volvimos al frío primaveral de Boston, en Puerto Rico se quedó el cansancio, la frustración y el miedo pasados, se quedó la incertidumbre y las paredes sin ventanas, y al volver se abrió la puerta a una nueva etapa, aquella en la que los inmunizados somos cada vez más y estamos un poquito más cerca de tocarnos. <br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /> </div>Charihttp://www.blogger.com/profile/00982486193377426892noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7876584859591927057.post-12532573256023341802021-02-16T19:28:00.001-05:002022-02-01T12:01:52.571-05:00Estados de COVID19-cuatro<p>Sangran los endometrios</p><p>llorando ausencia,</p><p>me devoran las entrañas</p><p>y la conciencia, </p><p>tensan las cuerdas vocales</p><p>de mi tormento</p><p>doliéndome a voz en grito</p><p>de puro miedo. </p><p><br /></p><p>Saltan las alegrías</p><p>por la ventana</p><p>goteando en las compuertas</p><p>como navajas</p><p>heridas de luna nueva</p><p>siempre encerradas</p><p>adsorbidas en la noche</p><p>presa de calma.</p><p><br /></p><p>Quitáronse los disfraces</p><p>de majaderas</p><p>dibujando puñaladas </p><p>embusteras,</p><p>salieron de su escondite</p><p>de primaveras</p><p>mostráronme los colmillos</p><p>con que laceran.</p><p><br /></p><p>Ríos carmesí dibujan</p><p>yo soy el lienzo</p><p>emborronan los bocetos</p><p>sobre mi cuerpo,</p><p>y me dejan extinguida</p><p>drenando savia,</p><p>imprimiendo mi agonía</p><p>sobre la almohada.</p><p> </p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p>Charihttp://www.blogger.com/profile/00982486193377426892noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7876584859591927057.post-78528459439770227082020-11-19T09:18:00.001-05:002022-02-01T12:02:02.165-05:00Estados de COVID-tres (After Dark)<p>Sola, <br />devastada, <br />ensordecida,<br />superada,<br />destruida,<br />desolada,<br />empequeñecida, <br />callada.<br /><br />Perdida está la paloma <br />entre volantes vacíos<br />y lunares descoloridos<br />en la oscuridad del nido.<br /><br />Quiere gritar y no hay aire,<br />ni garganta, ni pulmones,<br />ni la llave de esa puerta <br />que ha encerrado los colores.<br /><br />Quiere acallar todas las voces,<br />y los miedos,<br />y los gritos,<br />que al bailar de sus tacones <br />se ensordezcan los oídos.<br /><br />Pero no tiene la fuerza,<br />sólo lluvia,<br />sólo anhelo,<br />el espejo de unos ojos<br />que le miran sin consuelo.<br /><br />Le fabrica algunas risas<br />disfrazadas de jaleo<br />y tapizado de volantes<br />el dolor se rinde al miedo.<br /><br />Es un duelo a vida o muerte<br />una máscara en un sueño,<br />un cielo azul infinito <br />en un lienzo muy pequeño.<br /><br />Poco a poco la paloma<br />abre infinitas sus alas.<br />Poco a poco su lamento<br />abandona la mirada.<br />Poco a poco sus lunares<br />se colorean y baila<br />y abraza la nueva vida<br />poco a poco y sin palabras.</p><p><br /></p><iframe width="560" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/OgLEl99aoZ4" frameborder="0" allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen></iframe><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><p><br /></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 0in 0in 0.0001pt;">After Dark es un cortometraje dirigido y protagonizado por <a href="http://www.lsflamenco.com" target="_blank">Laura Sánchez</a> en el que vuelca su alma vapuleada por el COVID-19 de una forma artística que pone los pelos de punta. He tenido el privilegio de ver el corto en primicia, y este poema es mi sinopsis personal. El corto ya ha sido premiado en varios festivales y Laura está realizando una <a href="https://gf.me/u/y8qjfd" target="_blank">campaña de "crowdfunding"</a> para poder financiar los gastos que acarrea. Si queréis colaborar en su campaña, aquí está el <a href="https://gf.me/u/y8qjfd">link</a>. Todos los que contribuyan, aunque sea con el mínimo, recibirán una invitación para asistir (virtualmente) a la premier que tendrá lugar en diciembre. ¡Suerte Laura!<o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 0in 0in 0.0001pt;"><span lang="ES" style="font-size: 11pt;"> <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 0in 0in 0.0001pt;"><br /></p>Charihttp://www.blogger.com/profile/00982486193377426892noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7876584859591927057.post-29872353690544102442020-11-13T09:09:00.002-05:002022-02-01T12:02:08.864-05:00Estados de COVID19-dosMe sube a la luna<br />pirueta,<br />me baja descalza<br />dando traspiés. <br />Me sube a las nubes<br />enfadada,<br />me suelta al vacío <br />y me escucha caer.<br /><br />La quiero y la veo<br />cuando estoy sola.<br />Saca mi locura<br />rompiendo la piel.<br />Huye mi paciencia<br />de su diablura,<br />vuela la cometa<br />vuelta del revés.<br /><br />Se esconde de mis ojos, <br />bruja despiadada,<br />roba mis silencios<br />y echa a correr,<br />conjura la noche<br />de miedo enredada,<br />salgo del letargo<br />tropezando en pies.<br /><br />Grito a dentelladas<br />la boca cosida<br />derramando inercia<br />y echada a perder.<br />¿Dónde está mi escudo?<br />¿dónde mi coraza?<br />Si mi carne viva <br />carece de piel.<br /><br />Pinta un pétalo <br />de luz violeta,<br />una tregua breve<br />en barcos de papel,<br />me besa los ojos<br />con tanta pureza<br />que hasta de amargura <br />me destila miel.Charihttp://www.blogger.com/profile/00982486193377426892noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7876584859591927057.post-50705664238433489302020-11-10T22:59:00.004-05:002022-02-01T12:02:14.298-05:00Estados de COVID19 -uno<p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;"><span class="s1">Necesito alas</span></p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;"><span class="s1">para irme de aquí </span></p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;">Necesito aire</p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;"><span class="s1">nunca respirado</span></p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;"><span class="s1">bocas </span>descubiertas</p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;"><span class="s1">besos amañados</span></p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;">labios de consuelo</p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;"><span class="s1">brazos de descanso.</span></p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;"><span class="s1"><br /></span></p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;"><span class="s1">Necesito tiempo </span></p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;"><span class="s1">que vuele Deprisa</span></p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;"><span class="s1">que se vaya lejos</span></p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;"><span class="s1">que me traiga vida.</span></p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;"><span class="s1">lágrimas perdidas</span></p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;"><span class="s1">que de mí no huyan </span></p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;">ríos de verano</p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;">noches de tres lunas.</p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;"><span class="s1"><br /></span></p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;"><span class="s1">Que vuelvan las bocas</span></p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;"><span class="s1">a inventar sonrisas</span></p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;">fuera de las casas</p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;">entre las cortinas.</p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;"><span class="s1"><br /></span></p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;"><span class="s1">Llévate los ratos</span></p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;">vacíos de gente</p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;">déjame las noches</p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;">para convencerte </p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;"><br /></p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;">Márchate esta noche</p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;">con los pies descalzos </p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;">déjame que vuele</p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;">Aunque esté soñando.</p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;"><br /></p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;"><br /></p><p class="p1" style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-size: 17px; font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px;"><br /></p>Charihttp://www.blogger.com/profile/00982486193377426892noreply@blogger.com0